Grande fue su caída
“Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro, y fueron como tamo de las eras del verano,y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro alguno. Perola piedra que hirió a la imagen se hizo un gran monte quellenó toda la tierra” (Daniel 2:35, RVR 95).
Humpty Dumpty se sentó en una pared, / Humpty Dumpty tuvo una gran caída. / Todos los caballos del Rey y todos sus jinetes / no pudieron unir de nuevo a Humpty.
Que sepamos, no existe ninguna profecía que predique la gran caída de Humpty Dumpty. A través de una rima infantil, nos enteramos de su destino después de que haya pasado todo. En el caso del Imperio Romano (representado por el hierro en el texto de Daniel) y de los tres grandes reinos antiguos que lo precedieron (representados por el bronce, el plata y el oro), la profecía desempeñó un papel vital en sus historias.
Años antes de que los cuatro reinos cayeran, Dios mismo reveló su desaparición definitiva en un sueño dado a Daniel, un joven que vivía en el siglo VII a.C., en el “reino de oro”. Daniel no era un nativo de Babilonia. Era un adolescente hebreo, cautivo de los babilonios, que servía en el palacio del rey. Desde el principio, “se propuso en su corazón no contaminarse”. No abandonaría los caminos en los que había sido educado. A causa de que Daniel confiaba plenamente en Dios, Dios pudo confiar a Daniel una profecía tan trascendental.
Avancemos hasta el año 475 d.C. Han pasado más de diez siglos, y otro adolescente entra en escena, esta vez en Roma. Se llama Rómulo Augústulo. A los diez años, es declarado emperador por su padre, el general romano Orestes que había derrocado al anterior emperador y buscaba gobernar en nombre de su hijo.
Y luego de un año, todo termina. ¿Recuerdas la profecía de Dios que fue confiada al joven Daniel? La piedra de la que se había hablado hacía mucho tiempo, en el capítulo 2 de Daniel, ahora golpeaba el imperio del hierro.
El 4 de septiembre de 476 d.C., Roma cayó. Un bárbaro alemán llamado Odoacro derrotó y mató al general Orestes, tomó Rávena, la capital del imperio, y se llevó al joven Rómulo, que murió más tarde como su prisionero. Rómulo Augústulo es generalmente reconocido por los historiadores como el último emperador del Imperio Romano de Occidente. Como Humpty Dumpty, el imperio se rompió en muchos pedazos y nunca se volvió a juntar. La Palabra de Dios es verdadera. Puedes depender de ella.
Gracias por hermoso mensaje estoy interesado en recibir información y temas bíblicos relacionados con la enseñanza de hoy.
Dios bendiga sus enseñanzas através de éste medio