Matutina para Adultos | Domingo 31 de Diciembre de 2023 | “Dios mismo estará con ellos”

Matutina para Adultos | Domingo 31 de Diciembre de 2023 | “Dios mismo estará con ellos”

“Dios mismo estará con ellos”

“El tabernáculo de Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios” (Apocalipsis 21:3).

En el último párrafo del último libro de la serie Las crónicas de Narnia, C. S. Lewis declaró: “Y mientras hablaba, ya no les pareció un león; pero las cosas que empezaron a suceder después de eso fueron tan magníficas y hermosas que no puedo escribirlas. Y para nosotros este es el final de todas las historias, y podemos decir verdaderamente que todos vivieron felices para siempre. Sin embargo, para ellos fue solo el principio de la historia real. Toda su vida en este mundo y todas sus aventuras en Narnia no habían sido más que la cubierta y la primera página: ahora por fin empezaban el Primer Capítulo del Gran Relato que nadie en la Tierra ha leído, que dura eternamente y en el que cada capítulo es mejor que el anterior”.

Hemos llegado al final de “todas las historias” de este año. Y cada final nos coloca ante la posibilidad de un nuevo comienzo. ¿Cómo habrá sido tu final? No lo sé; lo que sí quiero que tengamos en cuenta es que “el final de todas las historias” no llega con la finalización de un año; el “final de tu historia” se completará cuando Cristo abra ese primer capítulo de la eternidad y vivamos en un mundo donde “ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron” (Apoc. 21:4).

En el mundo de Génesis, el Señor llegaba al Edén “a la hora en que sopla el viento de la tarde” (Gén. 3:8, DHH); pero en el próximo capítulo de la historia humana, Dios no será un visitante, sino un habitante permanente de nuestro planeta. Mira cómo lo presenta Juan: “El tabernáculo de Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios” (Apoc. 21:3). Es la presencia divina la que hará que este nuevo inicio supere con creces nuestras experiencias anteriores. Lo bueno es que esa promesa, la que nos asegura que Dios estará con nosotros, es una ciertísima realidad ahora.

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