¿Cómo creó Dios la Tierra en el espacio?
“Pues él habló, y todo fue hecho; él ordenó, y todo quedó firme” (Salmo 33:9).
Marca la respuesta correcta
- Habló y ordenó.
- Habló y trabajó.
- Habló y descansó.
¿Estás de pie o sentado? ¿Crees que estás quieto?
Pues en realidad, aunque tú no lo notes, la superficie de la Tierra donde te encuentras se está moviendo continuamente a una velocidad constante, por eso no lo notas.
Pero tengo que decirte que la Tierra rota o gira sobre sí misma a una velocidad de mil setecientos kilómetros por hora. A este movimiento de la Tierra se lo denomina “rotación”. La Tierra da una vuelta completa sobre sí misma cada veinticuatro horas, lo que da lugar al día y la noche.
Además, la Tierra orbita o gira alrededor del Sol a una velocidad de ciento siete mil kilómetros por hora. A este movimiento alrededor del Sol se lo denomina “traslación”. Y la Tierra tarda trescientos sesenta y cinco días en dar una vuelta alrededor del Sol, lo que da lugar a los años y las estaciones.
De modo que tú estás siempre en movimiento girando alrededor del Sol y rotando, ¡incluso cuando estás en la cama durmiendo!
Quizás lo entiendas mejor si te imaginas que vas en un automóvil o un avión, si el vehículo va siempre a la misma velocidad, tú apenas sientes que te mueves, ¿verdad? Sin embargo, si el conductor frena o acelera, entonces sí lo sientes. Si la Tierra se detuviera de golpe, tú saldrías disparado hacia el espacio.
¡Qué bueno que el Creador dispuso que la Tierra orbitara en el universo a la misma velocidad, sin acelerar ni frenar! Gracias a ese diseño inteligente tú puedes disfrutar del día y de la noche; y de todas las estaciones que hay durante un año: la primavera, el verano, el otoño y el invierno.
Haz un dibujo de la Tierra en medio del espacio en tu Diario de Oración y dale las gracias a Dios por controlar la velocidad de este planeta.