Miércoles 29 de Diciembre de 2021 | Matutina para Jóvenes | Desde el siglo pasado hasta después del milenio

Miércoles 29 de Diciembre de 2021 | Matutina para Jóvenes | Desde el siglo pasado hasta después del milenio

Desde el siglo pasado hasta después del milenio

“En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia” (Prov. 17:17).

Con Naty sabíamos leer antes de comenzar la escuela. Las letras nos fascinan desde antes de conocernos, y eso que llevamos casi treinta años de amistad. Fue mi primera amiga cuando llegué a Buenos Aires. Compartimos tardes de meriendas, lecturas, películas, bicicleta y travesuras en el patio.

Este libro en gran parte se lo dedico a ella. No solo fue la amiga, sino la colega talentosa, entusiasta y motivadora que me acompañó en todo el largo proceso para que las ideas en mi computadora llegaran a tus manos hoy.

No podemos subestimar la influencia de los buenos amigos en nuestra vida. No podemos hacerlo porque simplemente no somos del todo conscientes de cuánta influencia tienen. Por eso, es tan importante elegirlos bien.

Naty me levantó cuando me estaba cayendo, me perdonó cuando no estaba rindiendo, me esperó cuando me estaba atrasando y me animó cuando me estaba desanimando. Me hizo pensar mucho en Dios y me confirmó que son amigos, porque esas cosas se aprenden de él.

Naty es la amiga con la que más hablo del cielo. Y es que tenemos tantas ganas de estar allá… Hemos pospuesto conversaciones para los sábados junto al mar de cristal. Hemos planificado viajes que sobrepasarán nuestra imaginación. Hemos compartido preguntas que queremos hacerle a Jesús y personajes con los que nos queremos encontrar.

Seguramente, si alguna vez fuiste a un parque de diversiones, tuviste que hacer fila para pasar a los juegos. Seguramente, si alguna vez viajaste a otro país, tuviste que hacer fila para pasar la aduana.

Como cristianos, muchas veces pasamos tanto tiempo discutiendo acerca del “peaje” hacia el cielo, los requisitos en esa “frontera”, los miedos por la “documentación”, que perdemos el gozo de imaginar lo que sucederá una vez que lleguemos a destino. ¡Nadie habla de la fila o de la aduana cuando cuenta la increíble experiencia final!

Claro que hay cosas que sucederán y que no podemos tomar a la ligera, pero no perdamos la seguridad de la salvación, la hermosura del cielo y el gozo de encontrarnos con Jesús allá.

Hagamos de eso nuestro pensamiento constante; tengamos al menos un amigo con quien nos espaciemos en esos temas, y nuestra vida girará más en torno a ese esperado evento.

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