Nace Superman
“Pero, cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacidode una mujer, nacido bajo la ley” (Gálatas 4:4, NVI).
En 1939 nació el cómic Superman. Este héroe imaginario fue protagonista de ocho décadas de cómics animados, dibujos animados y películas de este superhombre. La trama hace que Superman llegue a la Tierra como un bebé extraterrestre en una nave espacial especialmente diseñada. El niño es adoptado por una pareja de ancia nos y vive una vida sencilla mientras crece en una granja de la zona rural de Kansas.
A una edad muy temprana, empieza a darse cuenta de que no es un niño común. Está dotado de superpoderes. Es más fuerte que cualquier otra persona que conozca e increíblemente rápido. Cuando sus padres lo ven des arrollarse, finalmente confiesan la verdad sobre su origen, y le dicen que, seguramente, llegó a la Tierra por algún motivo en especial. Durante años, el héroe disfraza sus extraños poderes con la vida de un chico común que trabaja duro en la granja de sus padres y se integra en la pequeña comunidad a la que pertenece. Sabe que es diferente y, a veces, le resulta especialmente difícil no utilizar sus inusuales poderes.
Sin embargo, al final deja su casa para convertirse en el hombre que estaba destinado a ser. ¿Su misión? Hacer el bien. Salvar a la gente del peligro. Luchar contra las fuerzas del mal y el crimen. Es más rápido que una bala, más poderoso que una locomotora, capaz de evadir edificios altos de un solo salto. Pero, las mentes criminales que rodean a Superman se aprovechan de su compasión por los demás y lo fuerzan a pasar por situaciones que solo un superhombre puede resolver. Y aunque se dedica a esta misión, la gente de todo el mundo lo sigue malinterpretando, y espera de él más de lo que puede dar. La gente sabe lo que representa, pero el aprecio que le tienen no va más allá de su último rescate. No es de extrañar que tenga pocos amigos y que, al final, se vea obligado a llevar una solitaria vida de sacrificio.
¿Te suena eso? Érase una vez otro Superhéroe de más allá de las galaxias, que vino a vivir entre los hombres. Él también llegó como un bebé, fue criado en circunstancias ordinarias y, finalmente, se hizo público con una misión de misericordia. Vino a buscar y a salvar, y a librar a este mundo del mal. Los líderes religiosos esperaban beneficiarse de su éxito pero, cuando él se negó a formar parte de aquellos planes, se volvieron contra él.
Ese superhéroe era más que Superman. Era Jesús, el Creador del cielo y de la tierra, el Salvador del mundo, nuestro Sumo Sacerdote, y el Rey que pronto vendrá. Él sí que es un verdadero Superhombre, ¿no crees?