Él lo es todo
«¡El Señor lo es todo para mí; por eso en él confío!». Lamentaciones 3: 24
Era muy temprano en la mañana cuando tocaron la puerta. Abrí y allí estaba una de las dirigentes de la iglesia. Una mujer única, espiritual, consagrada, dedicada al servicio, encargada de una de las iglesias del distrito. Allí en la puerta y sin anestesia me dijo:
—Pastor, estoy muy enferma.
Cuando le pregunté si sabía lo que le afectaba, me dijo que no. Le escribí un nombre y un número de teléfono en un trozo de papel y le dije que en el hospital universitario había un buen médico que podía ayudarla.
Ella fue, habló con el médico y, cuando le hicieron los estudios correspondientes, la llamaron a la oficina. Sin rodeos el doctor le dijo:
—Tienes sida.
Fue muy doloroso para mí como pastor ver a aquella señora en una urna de vidrio, languideciendo, desapareciendo, con el cuerpo lleno de manchas y llagas. ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena? ¿Cómo es posible que una persona que hizo tanto bien sufriera una suerte así?
Ahora nada tenía significado, ya no importaban casas, muebles y prendas de vestir. ¿Qué le quedaba entonces? ¿Quién le quedaba? Solo Dios. Rick Warren escribió que «nunca sabrás que Dios es todo lo que necesitas hasta que él sea todo lo que tengas». Y eso fue lo que aquella dama descubrió. Un día me llamaron porque estaba muy mal. Me senté a su lado, la tomé de la mano y la escuché:
—Gracias por ser mi pastor. Estoy lista, por eso quiero pedirle que ore y, al ungirme, le pida a Dios que me permita descansar. Ya estoy lista. He descubierto que lo más importante es que tengo a Dios, que él es mi todo.
En el versículo de hoy Jeremías dice que Dios lo es todo para él. Otras versiones de la Biblia dicen que «Dios es su porción». ¿Cómo una porción puede serlo todo? Lo que sucede es que la palabra «porción» en el idioma en que se escribió el Antiguo Testamento proviene del verbo «repartir»; es lo que nos ha sido asignado. Aquella señora entendió que su «porción» era su «todo».
¿Cuál es tu todo? Si pudieras resumir toda tu vida, tus intereses, tus deseos en una sola palabra, ¿cuál sería? Hoy deseo que puedas ver a Dios desde esa perspectiva. @Dios te dice hoy: «Yo soy tu todo».