Él será tu salvación
«Y él mismo será mi salvación, porque el impío no podrá entrar en su presencia». Job 13: 16, RV95
Job lo entendía bien. Sabía que un pecador no puede estar en la presencia de Dios; pero al mismo tiempo, él conocía la solución: «él mismo será mi salvación». No importa lo que tú y yo hayamos hecho, Cristo puede salvarnos, y puede perdonar nuestros pecados, y borrarlos.
En una agencia de viajes, una señora le preguntó a un pastor:
—Usted es pastor, ¿cierto?
—Sí —contestó él.
—Siempre he querido hacerle una pregunta a un pastor: el aborto ¿es pecado? Ahora, pastor, quiero un simple «sí» o un «no» como respuesta».
Antes de proceder a responder, el pastor le preguntó:
—¿Me está haciendo esta pregunta porque usted está embarazada y está pensando en un aborto?
—No, pastor —contestó ella.
—¿Me está haciendo esta pregunta porque usted se hizo un aborto y se siente culpable por eso?
Ella se tomó la cabeza entre las manos y, llorando, contó su historia:
—Yo estaba casada con un hombre que me abandonó por otra mujer. Le di toda mi vida, lo amé. Fui la mejor esposa del mundo, pero él me abandonó. Entonces me prometí que nunca más confiaría en alguien. Años más tarde conocí a un hombre. Nos casamos. Él era de otro país, pero estaba viviendo en los Estados Unidos. Quedé embarazada de él. Yo estaba tan emocionada, ya tenía dos meses de embarazo. Entonces él me contó que era casado y que en su país tenía tres hijos, y que pronto se iba a encontrar con ellos. Pastor, no podía pensar en mantener a ese bebé, pues era el segundo hombre que me había decepcionado tan drásticamente. Entonces me hice un aborto. Esto ocurrió hace 17 años, pero cada día que pasa me siento más culpable. El pastor le preguntó:
—¿Puedo compartir algo contigo?
Acto seguido abrió su Biblia en 1 Juan 1: 9 y leyó: «Si confesamos nuestros pecados…», entonces leyó nuevamente a propósito: «Si confesamos nuestros pecados —puede ser adulterio, borrachera, engaño—, él es fiel y justo para perdonarnos». Entonces le preguntó:
—¿Te gustaría arrodillarte y aceptar el hecho de que, cuando Jesús murió, su sangre fue derramada para cubrir tus pecados? Se arrodillaron, oraron, y la paz entró en su vida.
¿Tus pecados te persiguen? ¿Sientes que no puedes acercarte a Dios? En este preciso momento Jesús quiere alcanzarte. Por eso, el mensaje de @Dios hoy es: «Ven a mí, yo seré tu salvación».