¿Cómo se terminará la obra?
“Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasara de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” (Juan 13:1).
Las palabras de nuestro texto de hoy forman parte de lo que sería la última reunión del Señor con sus discípulos. ¿De qué habló Jesús en ese momento tan solemne? El último discurso del Señor, que abarca los capítulos 13 al 17 del Evangelio de Juan, es tan rico en contenido que ha sido llamado “el semillero de las Epístolas”, porque gran parte de las doctrinas que desarrolla el Nuevo Testamento están de manera germinal en el discurso de Jesús en la Última Cena.
Allí, Jesús dijo a sus discípulos que debían amarse unos a otros; les recordó que él es el único camino para llegar al Padre; les explicó cómo podrían mantener una relación personal con él, incluso después de su resurrección; y les anunció la obra que en su nombre realizaría el Espíritu Santo. Cualquier otro dirigente habría aprovechado esa última reunión para hablar de estrategias, de programas y de técnicas para evangelizar al mundo. Nuestro Señor, en cambio, habló de relaciones: de la necesidad suprema que como discípulos tenemos de mantenernos conectados a la Vid verdadera para dar frutos.
“Separados de mí”, dijo, “nada podéis hacer”.
Las palabras de nuestro Señor me recuerdan un relato que narra Lowell Cooper. Dice él que se encontraba sirviendo como misionero en India cuando asistió a una reunión de pastores convocada por el secretario ministerial. Hacia el final de un largo día de actividades, este dirigente escribió en el pizarrón una frase incompleta, y les dijo que al llenar los espacios encontrarían una guía confiable para desarrollar su ministerio. Así:
“hará la obra si le damos _”. Después de varios intentos infructuosos por parte de los pastores, el secretario ministerial finalmente llenó los espacios: “Dios hará la obra si nosotros le damos los instrumentos” (Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 87).
¿Cómo se terminará la obra, según esa declaración? Más que métodos y técnicas, la clave para que terminemos la obra del Señor consiste en que conozcamos al Señor de la obra. O, como lo dice la cita completa de Elena de White: “Lo que necesitamos es una fe viva que nos haga proclamar sobre el abierto sepulcro de José de Arimatea que tenemos un Salvador vivo, que irá delante de nosotros y obrará con nosotros. Dios hará la obra si le damos los instrumentos”.
Bendito Padre, úsame hoy como tu instrumento para que otros sepan que Jesús es un Salvador vivo.