Comienza la crisis de los misiles en Cuba
“Ustedes oirán hablar de guerras y de rumores de guerras; perono se angustien, porque es necesario que todo esto suceda; pero aún no será el fin” (Mateo 24:6, RVC).
El 14 de octubre de 1962, la crisis de los misiles cubanos estalló cuando los Estados Unidos descubrieron que se estaban construyendo en Cuba emplazamientos de misiles rusos. Las fotografías tomadas por un avión espía U-2 de gran altitud ofrecieron pruebas innegables de que los misiles de fabricación soviética, capaces de transportar ojivas nucleares, estaban ahora estacionados en Cuba, a 150 kilómetros de la costa estadounidense; las dos naciones tambaleaban al borde de un conflicto nuclear.
Las tensiones entre los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en torno a Cuba habían aumentado constantemente desde la invasión de la Bahía de Cochinos, cuando refugiados cubanos, entrenados y armados por los Estados Unidos, desembarcaron en Cuba e intentaron derrocar a Fidel Castro. Aunque la invasión no tuvo éxito, Castro estaba convencido de que los Estados Unidos lo volvería a intentar. Así que se propuso conseguir más ayuda militar de la URSS. Durante el año siguiente, el número de asesores soviéticos en Cuba aumentó a más de 20.000, y empezaron a circular rumores de que la URSS también estaba trasladando misiles y bombarderos estratégicos a la isla.
Tal vez el líder ruso, Nikita Khrushchev, creía que Estados Unidos iba a invadir Cuba y por eso proporcionó las armas para impedirlo. Tal vez fue una forma de conseguir el apoyo que necesitaba de los miembros de la línea dura del partido comunista en Moscú. O tal vez siempre le había disgustado que Estados Unidos tuviera misiles nucleares estacionados cerca de la Unión Soviética, y poner misiles en Cuba podría haber sido su manera de equilibrar las cosas.
Dos días después de que se tomaron las fotos, estas fueron analizadas por la CIA y presentadas al presidente J. F. Kennedy. Este era un nuevo tipo de amenaza para los Estados Unidos, que había librado la mayoría de sus guerras en suelo extranjero. Durante las siguientes dos semanas, Estados Unidos y la URSS estuvieron más cerca que nunca de la guerra nuclear, y un mundo temeroso esperaba el resultado.
Las guerras y los rumores de guerra están en los informes de los medios de comunicación y en la televisión todos los días. Jesús nos advirtió que sería así. También nos dijo que no nos preocupáramos, ni por Rusia ni por China ni por los terroristas de las naciones árabes. Esto solo significa que la venida de Jesús está muy cerca.