La fe que vence al mundo
«Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe». 1 Juan 5: 4, RV95
Paola quería estudiar producción de radio y televisión, pero la universidad adventista no ofrecía esa carrera, así que tuvo que asistir a una universidad privada de su ciudad. Ella sabía que sería difícil, entendía que enfrentaría pruebas, pero tomó la decisión de confiar en Dios. Se mantuvo fiel y puso su fe en alto todo el tiempo. El último año se presentó una dificultad: una clase que era vital para la carrera cayó en sábado.
Empezamos a orar para que no hubiera dificultad y para que el maestro le diera la posibilidad de presentar el examen final sin asistir, pero no fue posible. Se esforzó buscando los apuntes de sus compañeros, hizo los trabajos y los envió, pero al final no se le permitió tomar el examen y, como el maestro le puso «ausente» todo el tiempo, reprobó la materia.
Completó su último semestre sin ningún inconveniente, no obstante todavía le faltaban los créditos de esa materia para alcanzar los requisitos para graduarse. Solicitó apoyo al decanato para que le ofrecieran la materia otro día que no fuera el sábado, pero le dijeron que eso era prerrogativa del maestro. Aquel profesor estaba decidido a obligarla a asistir los sábados a la universidad y, por eso, siempre programaba la clase para los sábados. Pidió a una compañera que le grabara las clases. Cuando recibió la grabación del primer día de clases se dio cuenta de que al inicio el profesor se burló de su fe, la ridiculizó y expresó que les demostraría a todos que ella tendría que asistir.
Utilizando la grabación fue al decanato y dijo que la usaría para reclamar sus derechos basada en lo que la constitución del país dice sobre la libertad religiosa. Después de una ardua batalla legal, los tribunales dictaron que «imponer a la estudiante la obligación de asistir los sábados podría constituir un obstáculo especialmente grave para el ejercicio de la libertad de cultos».
Como resultado, la universidad le permitió tomar la clase que necesitaba. Ella mantuvo su fe en alto y Dios la enalteció a ella. ¿Sabes? @Dios honra a los que lo honran. Él te dice al iniciar este día: «Procura servirme de todo corazón y yo me glorificaré en tu vida. Tu fe será recompensada».