Él salvará
«María tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados». Mateo 1: 21
Hoy no es tan importante conocer a nuestros antepasados como en los tiempos y la cultura antigua. Pero cuando Mateo escribió su Evangelio, era valiosísimo. Para un judío, comenzar la historia de la vida de una persona con una genealogía era la manera más natural e interesante de hacerlo. El interés judío en la ascendencia racial surgía del hecho de que ellos le daban gran importancia a la pureza del linaje de las personas. Un judío del primer siglo no solo encontraría natural e interesante que apareciese una genealogía al comienzo de una biografía, sino también lo consideraría necesario, especialmente un libro como el de Mateo, que asevera tratar sobre el Mesías.
Ahora bien, la genealogía de Jesús en Mateo 1 tiene un elemento extraño para los judíos de su época, aunque para nosotros nos puede resultar normal: Mateo incluye a cuatro mujeres. Lo más insólito es que las cuatro mujeres que se mencionan no incluyen a Sara, Rebeca ni Raquel, sino que encontramos a Tamar, Rahab, Rut y Betsabé. Tres de las cuatro estuvieron involucradas en pecados sexuales como la prostitución y el adulterio, además de ser gentiles. Estas mujeres no serían aceptadas fácilmente en el judaísmo del siglo I, una cultura sin lugar para gentiles o pecadores.
Esto nos lleva a preguntarnos: ¿por qué Mateo, que estaba escribiendo para lectores judíos, las incluyó en su genealogía? La respuesta se encuentra en el texto de hoy: Hablando de la quinta mujer de su lista, María, Mateo escribió: «Tendrá un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su pueblo de sus pecados». Jesús significa «Dios salva». Pero, ¿a qué pueblo se refiere? ¿Qué clase de pueblo salvaría Dios mediante Aquel que nacería de María? La respuesta surge de la genealogía: Jesús puede salvar a personas como Tamar, Rahab, Rut, Betsabé y David. Puede salvar a gentiles, prostitutas, adúlteros, engañadores y asesinos. Puede salvar a cualquiera que se lo permita, te puede salvar a ti.
Nunca te sientas indigno de la salvación. Recuerda que Jesús te ama incluso a pesar de tus errores. Disfruta del amor de aquel que no se avergüenza de tenerte como hermana o hermano. @Jesús se sentiría orgulloso de tenerte en su genealogía. Deléitate en ese amor cada día.