Compra la verdad y no la vendas
«Compra la verdad y la sabiduría, la instrucción y el entendimiento, ¡y no los vendas!». Proverbios 23: 23
Mi mentor me pidió ir a preparar el terreno para una serie de evangelización en una de las poblaciones del distrito. Al llegar, me hospedé en un hogar donde todos los varones eran pentecostales y todas las damas, adventistas. Reunimos a la iglesia y presentamos el plan de trabajo para la preparación. Entonces surgió un contratiempo.
La iglesia más grande de la zona se sentía amenazada porque muchos de sus miembros asistirían a la serie de reuniones a pesar de la prohibición de no hacerlo. La junta de esa congregación se reunió para trazar un plan de contingencia. El dirigente principal dijo que era necesario saber dónde vivía la persona que dirigiría las reuniones. Aunque el jefe de familia de la casa donde yo vivía era anciano de esa iglesia y estaba presente, no me delató. Después de varias reuniones y cuando la campaña estaba por empezar, mi anfitrión decidió compartir una idea con su junta.
—Si no podemos con el enemigo, debemos unirnos a él. Es mejor invitarlo a unirse a nosotros. Ofrezcámosle trabajo con nosotros. Pongámoslo a dirigir nuestra iglesia. Les garantizo que nos será muy útil, pues es una persona de muchas ideas y un gran predicador de la Palabra.
Cuando le preguntaron cómo sabía tanto de mí se vio obligado a confesar que yo me estaba hospedando en su casa. Aquella idea lo salvó del linchamiento.
Una mañana llegó el grupo comisionado a mi casa. Me ofrecieron ser pastor para ellos y me ofrecieron una camioneta y una casa. Me dijeron que en nuestra iglesia nunca recibiría tanto. Mi respuesta fue sencilla:
—Quizá nunca llegue a tener todo lo que me ofrecen, pero hay algo que obtengo en la iglesia que ustedes no pueden darme.
—Díganos qué es y se lo daremos también.
—La salvación —respondí.
Después de unos minutos de silencio, se levantaron, sacudieron sus pies en la puerta y se marcharon. Definitivamente si hay algo que necesitamos en este mundo de noticias falsas y rumores es la verdad. Jesús dijo que la Palabra de Dios es la verdad (Juan 17: 17). Por eso el mensaje de Dios para ti en este día es: «Aférrate a la verdad, no la sueltes ni la vendas, pues la verdad lo es todo».