El Señor te protegerá
«El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían». Nahúm 1: 7
Nunca había hecho revisar el automóvil familiar antes de hacer un viaje. Pero siguiendo el consejo de un amigo, lo llevé al taller antes de iniciar un viaje familiar. Estuve atento a cada cosa que los mecánicos le hicieron al carro. Solo hubo un instante en el que me desentendí para responder una llamada. Al regresar, todo estaba listo. En ese preciso instante el encargado también recibió una llamada y, al regresar, olvidó apretar las tuercas de una de las llantas. Nos tomó unas catorce horas viajar de Medellín a Santa Marta (unos 835 kilómetros). No hubo ningún contratiempo.
Después de pasar varios días en esa hermosa ciudad costera, llegó el momento de regresar. Después de varias horas viajando iniciamos el tránsito por la zona montañosa. Al empezar a subir, algo extraño ocurrió con el vehículo, perdió la fuerza al punto que incluso pisando el acelerador a fondo se desplazaba a la misma velocidad. Me detuve a revisar varias veces, pero todo parecía normal. Nos resignamos a viajar a la velocidad que el auto nos impuso.
Cuando llegamos a la cumbre e iniciamos el descenso hacia Medellín fue más extraño, pues el carro se hizo más lento. Ya era de noche y se hacía difícil distinguir dónde terminaba la vía y comenzaba el abismo. De repente, vi cómo la rueda delantera izquierda daba un salto, elevándose por encima del auto. Cayó nuevamente y empezó a rodar delante de nosotros perdiéndose en la oscuridad. El carro se inclinó a ese lado y siguió rodando por el centro de la carretera. Sujeté fuertemente el timón tratando de llevarlo a la derecha para sacarlo de la vía, temiendo que apareciera otro vehículo de frente. Oré intensamente mientras luchaba y sé que mi familia también. Repentinamente, como movido por una mano invisible, el carro se fue a la derecha y salió de la carretera. Todos salimos ilesos.
Es indescriptible la seguridad que siento al saber que @Dios siempre ha cuidado de mí. Sé que él me mantiene con vida porque tiene un plan conmigo. Hoy, él te dice: «Yo seré tu refugio en la hora de la angustia. Confía en mí».
excelente Dios los bendiga
Dios los bendiga