Miércoles 11 de Enero de 2023 | Matutina para mujeres | Miedo heredado

Miércoles 11 de Enero de 2023 | Matutina para mujeres | Miedo heredado

Miedo heredado

Los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto. Génesis 26:7.

La historia se repite. Isaac se muda a Gerar y miente diciendo que su esposa es su hermana con el fin de preservar su vida. Los hijos copian las conductas de los padres, sean estas buenas o malas. Por su parte, los hijos deben recordar que las debilidades heredadas no les eximen de asumir con responsabilidad sus propios errores.

“Así como Abrahán había declarado que su esposa era su hermana, así también lo hizo Isaac. Pero la forma en que Dios protegió a Rebeca fue muy diferente de aquella con la cual preservó a Sara. Nadie ni siquiera la tocó» (1CBA, p. 385).

Aparentemente, Abraham no le contó a su hijo su experiencia y su xenofobia con la gente de Gerar. O quizás Isaac decidió aprender por sí mismo lo equivocado de albergar prejuicios. Si Isaac hubiese sido honesto desde el principio, nadie habría tocado a su esposa, porque una vez que el rey filisteo lo vio acariciando a su esposa, no se atrevió a tocarla.

Decide decir la verdad bajo cualquier circunstancia, amenaza o peligro. Isaac tuvo miedo de las personas equivocadas, y no estamos exentas de cometer el mismo error. Cuando fui de misionera a Ghana, África, iba por las calles con mi cartera apretada entre mis manos y caminaba como si alguien me persiguiera. El joven pastor que me acompañaba me aseguró:

“Hermana, en nuestro país nadie la va a tocar. En Ghana tenemos un profundo respeto por los turistas y la mayoría somos religiosos». Pude comprobar lo que me dijo muchas veces durante mi estadía en Ghana.

A veces escondemos una verdad por temor a la reacción de la gente. ¿Qué verdad escondes hoy por temor a cómo reaccionarían tus seres queridos? Proponte ser honesta contigo misma y con quienes te rodean. Con seguridad serás gratamente sorprendida, como lo fue Isaac. No es necesario esperar a ser descubierta para confesar una verdad. Cuando Isaac confesó su miedo y la duda fue aclarada, el mismo rey dictó una orden de protección.

Anímate a confesar esa verdad que escondes por miedo a la reacción de los demás. El Rey del universo te está esperando con una orden de protección a tu favor.

Esta entrada tiene un comentario

  1. Ingrid

    Amén. Una orden de protección ami favor

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