¡Bien cuidados!
“Deja tus preocupaciones al Señor, y él te mantendrá firme; nunca dejará que caiga el hombre que lo obedece” (Salmo 55:22).
Entre todas las pautas de la Biblia, una muy inusual es que debemos observar las flores en la naturaleza. ¡Quién hubiera pensado que Dios nos aconsejaría ver las flores! ¡Son hermosas, es verdad! Si están en un jardín, es posible que alguien las cuide; pero si están en el campo, ¿a quién le importa? Brotarán, crecerán y florecerán. Incluso podemos contemplar su belleza, pero no haremos nada por ellas.
El Señor dijo: “Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe!” (Mat. 6:28-30). ¿Por qué Jesús nos dijo que miráramos las flores?
Si Dios se preocupa tanto por las flores, ¡se preocupa mucho más por ti, a quien creó a su propia imagen! ¿Necesitas algo? ¿Qué es lo que necesitas? Habla con Dios. A veces puedes pensar que a él no le importa lo que le pidas. ¡Está mal! Lo que sucede es que Dios conoce nuestras necesidades reales mejor que nosotros. Pon a Dios primero en tu vida y confía.
Dios cuida de las flores; ¡y ciertamente se ocupará de ti!