Viernes 27 de Enero de 2023 | Matutina para Mujeres | Ética situacional

Viernes 27 de Enero de 2023 | Matutina para Mujeres | Ética situacional

Ética situacional

Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron lo que el rey de Egipto les mandó, sino que les salvaron la vida a los niños. Éxodo 1:17, RVC.

El trabajo severo y la opresión no debilitaron a los israelitas. Entonces el faraón planificó matar a los niños varones apenas nacieran. Para lograrlo, solicitó ayuda a quienes quizás eran las supervisoras de las parteras: Sifra y Fúa. Una partera hebrea, además de ayudar en el parto, proveía cuidado al bebé hasta que la madre estaba lo suficientemente fuerte como para hacerse cargo de la criatura. Así que estas parteras estaban comprometidas con la vida de los bebés. El faraón se equivocó al creer que podía contar con la ayuda de estas mujeres piadosas. ¡Qué valor y amor por la vida demostraron estas damas al desafiar una orden real cuando entró en oposición a la orden divina de ser preservadoras de vida!

Al parecer, las parteras Sifra y Fúa eran hebreas; el origen semítico de sus nombres así lo indica, como también su temor al Dios verdadero. Sifra significa “belleza” y Fúa significa “resplandor”. ¡Qué hermosa combinación de nombres para erigirse en redentoras de los varones israelitas! Se necesitan mujeres hoy que no teman enfrentar leyes, jefes, supervisores, si estos se oponen a los mandamientos divinos. Seamos mujeres defensoras de la preservación de la vida, que se opongan al aborto, que defiendan y mantengan el principio de que solo Dios puede dar vida o quitarla.

“El temor de los hombres hace que un hombre sea víctima de las circunstancias, pero el temor de Dios trae descanso en medio del tumulto, y paz ante el peligro mortal” (1CBA, p. 511).

Estas damas enfrentaron la ética situacional. Podrían haber justificado su conducta diciendo que solo cumplían un decreto del faraón. La desobediencia a un mandatario de su época resultaba en la muerte. Pero ellas tomaron la decisión de ser fieles a Dios y a su conciencia. Dios no espera que desobedezcamos las leyes del Estado por placer o rebeldía, pero cuando estas entran en oposición a su Palabra, es nuestro deber como cristianas ser “tan leales al deber como la brújula al polo” (3TI, p. 554).

¿Qué desafío enfrentas este día? ¿Has tenido alguna vez que decidir entre obedecer a Dios o a tu jefe? Te animo a tener una disposición previa a obedecer los preceptos divinos; te facilitará confrontar situaciones de ética, y no tendrás mucho que pensar al respecto. Tu voto será en defensa de un “así dice Jehová”.

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