Viernes 17 de Marzo de 2023 | Matutina para Menores | “¿Qué es esto?”

Viernes 17 de Marzo de 2023 | Matutina para Menores | “¿Qué es esto?”

“¿Qué es esto?”

“Los israelitas llamaron maná a lo que recogían. Era blanco, como semilla de cilantro, y dulce como hojuelas con miel” (Éxodo 16:31).

En el desierto no hay centros comerciales ni supermercados donde comprar dulces o galletas. Tampoco hay ríos o tierras fértiles. Si llegaban a un oasis como ocurrió en Elim (Éxo. 15:27), el pueblo de Israel no debía establecerse, pues ese lugar no era su destino. Israel debía estar en constante movimiento. No tenían tiempo que perder, hasta llegar a la tierra que Dios le había prometido.

En el desierto, Israel dependía de Dios para lo más elemental, como el agua, la comida, la protección y la ropa. Y así como Israel, nosotros también dependemos de Dios para satisfacer esas mismas necesidades. Muchas veces damos por sentado tener todo eso. Así como se requirió un milagro divino para tener maná durante cuarenta años en el desierto, nosotros también necesitamos un milagro diario para tener el sustento cotidiano en casa. ¿Sabías que por eso oramos agradeciéndole a Dios antes de comer?

Después de cuarenta años y casi a punto de llegar a su destino, Moisés escribió Deuteronomio. Este libro es un resumen de las grandes obras de Dios a favor de ellos durante todo el recorrido. Moisés miró al pasado y pudo testificar: “Durante cuarenta años yo los he guiado por el desierto, y en ese tiempo no se les ha gastado la ropa ni el calzado” (Deut. 29:5). Como Moisés, podemos recordar cómo Dios siempre nos da lo que necesitamos. Recordar eso nos da confianza para el futuro.

Para Israel fue un privilegio comer maná en el desierto. Según el salmista, el maná es la comida de los ángeles (Sal. 78:25). Pero lo más importante es que el maná les daba todo lo necesario para tener fuerza y avanzar por el desierto. Cuando Jesús vino a este mundo afirmó que él es el pan de vida. El pan es la base alimenticia de casi todas las culturas del mundo. Muchos podríamos sobrevivir solo con pan y agua.

En nuestro trayecto al Cielo, debemos alimentarnos de algo mucho mejor que el maná: de Jesús a través de su Santa Palabra. Su mensaje nos fortalece mientras esperamos que Jesús regrese por nosotros.

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