¿Adiestrados?
“Pues míos son todos los animales salvajes, lo mismo que los ganados de las serranías; mías son las aves de las montañas y todo lo que bulle en el campo” (Salmo 50:10, 11).
Leones hambrientos que se comportan como gatos domésticos. Un pájaro que le trae comida a un hombre. Parejas de animales que caminan en fila. Un pez de gran tamaño que hace el camino correcto hasta una determinada playa y vomita lo que se ha tragado. ¿Qué tienen estos animales en común?
( ) Estaban bien adiestrados.
( ) Están bajo la influencia de tranquilizantes.
( ) Solo coincidencia.
( ) Ninguna de las alternativas anteriores.
Si marcaste la última opción, tenías razón. Todas estas historias están registradas en la Biblia. Daniel no fue devorado por los leones hambrientos al ser arrojado a un pozo (Dan. 6:22). Elías no pasó hambre, ya que los cuervos le trajeron comida (1 Rey. 17:4). Las parejas de animales entraron directamente en el arca de Noé (Gén. 7:8, 9). Jonás fue “vomitado” en la playa y siguió viaje hasta Nínive (Jon. 2:10).
¿Cómo es eso posible? Todas estas historias tienen algo en común.
Daniel 6:22: “Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones”.
1 Reyes 17:4: “[…] y he ordenado a los cuervos que te lleven comida”.
Génesis 7:8, 9: “Los animales puros e impuros, los que vuelan y los que se arrastran, entraron con Noé en la barca, de dos en dos, macho y hembra, como Dios se lo había ordenado”.
Jonás 2:10: “Entonces el Señor dispuso que el pez vomitara a Jonás en tierra firme”.
Dios tiene poder sobre todos los animales. Escuchan su voz y siguen sus órdenes. Ningún cuidador o adiestrador podría dominar a los animales de esta manera. Dios es poderoso y reina sobre todas las cosas. Deja que él también controle tu vida.