¿A qué árbol representas?
Y escapó Jotam y huyó, y se fue a Beer, y allí se estuvo por miedo de Abimelec su hermano”. Jueces 9:21.
Abimelec, hijo de una concubina de Gedeón, asesinó a todos sus hermanos para constituirse rey (ver Jueces 9:5). Solo Jotam, el hijo menor, logró escapar. Fue el hijo número setenta de Gedeón, y su nombre significa “Jehová es perfecto”. Antes de huir, intentó razonar con el pueblo, relatándole una fábula de los árboles más conocidos: el olivo, la higuera, la vid y la zarza. Contrastó las funciones de plantas útiles con la zarza, que hiere y amenaza a quienes se le acercan (leer Jueces 9:8 al 15).
El olivo. Su madera era usada en la construcción, sus hojas en la corona de los vencedores, sus guirnaldas como adorno en las cabezas de las mujeres, su aceite en los sacrificios y las ofrendas del Santuario. Representaba a Gedeón, que prefirió el servicio comunitario a intereses personales.
La higuera. Delicioso fruto, junto a la uva y la aceituna era uno de los tres frutos más importantes de Israel. La expresión “debajo de la higuera” era símbolo de seguridad y prosperidad (1 Rey. 4:25, Miq. 4:4, Zac. 3:10). Representaba a los jueces anteriores a Gedeón, que habían traído seguridad y bienestar a Israel.
La vid. Cultivada en las cumbres, laderas, colinas, terrazas o en el suelo, su jugo era usado en libaciones para el Santuario. Representaba a los hijos legítimos de Gedeón, a quienes posiblemente también les habrían ofrecido el reino y lo rechazaron.
La zarza. Arbusto seco, espinoso, solo tiene una sustancia llamada goma arábiga. La zarza, o cardo, lastima a quien trata de cobijarse bajo su escuálida sombra. Su fin es ser consumida por el fuego para separarla de los árboles frutales. Los israelitas habían preferido cobijarse bajo esta espinosa, inútil e infructuosa zarza (Abimelec) que se constituiría en una constante amenaza. La predicción de Jotam se cumplió: el reinado de Abimelec duró solo tres años, cuando una mujer lo mató con una rueda de molino (Jue. 9:53-57).
Los tres árboles más bendecidos rehusaron el honor de gobernar entre los árboles por la misma razón. ¿Por qué dejar de servir para asumir un cargo innecesario? Es una pregunta válida hoy para todas las que aspiran y desean un cargo de autoridad o de alta posición. Recuérdales a quienes tienen ansias de poder, que pueden perder la dulzura de la higuera, el servicio en el templo del olivo y la alegría que produce el mosto de la vid. ¿Y tú, a qué árbol representas?