Martes 04 de Abril de 2023 | Matutina para Jóvenes | No siempre lo entiendo, pero siempre me ama

Martes 04 de Abril de 2023 | Matutina para Jóvenes | No siempre lo entiendo, pero siempre me ama

No siempre lo entiendo, pero siempre me ama

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos ni vuestros caminos mis caminos”, dice Jehová. Isaías 55:8.

Mucha gente reconoce su incapacidad de comprender a Dios. Se plantean el que exista, pero ni lo entienden ni lo intentan. Hay tantas cosas en su mundo que pueden tocar y medir, que no osan experimentar lo intangible e inconmensurable. El dios desconocido es muy cómodo, porque se sitúa en el extrarradio de lo cotidiano y no molesta demasiado.

Nosotros, sin embargo, queremos conocerlo, visualizarlo, comprender cada una de sus intenciones y anhelos. Pero no siempre es fácil. No siempre captamos bien a Dios.

Hay algo que me ha costado mucho aprender: “Que yo no entienda algo no quiere decir que no funcione”. En ocasiones no he entendido cómo funciona el motor de un automóvil, pero lo uso cada día. Hay muchas cosas que superan nuestro conocimiento de ellas y están ahí, algunas desde hace siglos, haciendo lo suyo. Hay millones de personas que nos resultan incomprensibles y están ahí, por doquier, viviendo a lo suyo.

Lo reconozco, no siempre entiendo a Dios. Eso no quiere decir que él no sea accesible, solo que yo no siempre lo entiendo. Él, sin embargo, está ahí y, no se lo pueden imaginar, realmente hace lo suyo. Mi impaciencia e incapacidad no limita su misericordia y poder. David, en el Salmo 27, afirma que Dios es “su luz y su salvación”. ¡Qué curioso! Muy pocos intelectuales pondrían juntas estas dos palabras. Dirían luz y conocimiento, luz y éxito, defensa y salvación, perdón y salvación, pero ¿luz y salvación? Esa es la clave. Dios no solo se nos revela sino que se desvela por nosotros. No para hasta que nos siente seguros, bajo su recaudo. Es entonces cuando comprendemos que su verdad nos libera y salva porque no solo comparte información sino que, sobre todo, produce en nosotros la transformación que precisamos para la eternidad. El salmista nos anima a saber esperar, para crecer en conocimiento y para constatar la intervención de un Dios accesible, nuestro Dios.

¿Qué representa Dios para nosotros? Mucho y complementario, porque no tiene límites y todas sus facetas confluyen en el amor. Lo positivo, porque nos sabemos protegidos y acompañados. Lo festivo, porque pone la chispa que enciende cualquier ánimo. Lo completo, porque con él no hay carencias ni más necesidades. Lo esperanzador, porque sabemos que cumple todas y cada una de sus promesas.

Y es que no hay otro como él, porque sus pensamientos son otros y otros son sus métodos. No siempre lo entiendo, pero siempre me ama.

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