“Dios les dará todo”
“Primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan” (Mateo 6:33, PDT).
La fama del almirante William H. McRaven aumentó considerablemente tras el discurso que presentó ante los graduandos de la Universidad de Texas, en Austin, el 21 de mayo de 2014. El impacto del discurso fue tan grande que acabó siendo la base para un libro titulado: Make your bed [Tiende tu cama, en español], que se convirtió en un éxito de ventas del New York Times.
Cuenta el almirante que cuando se preparaba para convertirse en un SEAL de la Marina estadounidense, tuvo que recibir un fuerte entrenamiento en mar, aire y tierra durante seis meses. Fueron meses de carreras largas y agotadoras, natación a medianoche en las frías aguas del Pacífico, largas jornadas de ejercicios para desarrollar la agilidad y la fuerza física. Salir bien librado de dicho entrenamiento era parte importante del proceso de entrada a los SEAL. Sin embargo, dice el almirante que el primer paso hacia el éxito no comenzaba con la fuerza atlética o la habilidad táctica. Cada día el instructor aparecía en la habitación de los aspirantes y todo comenzaba con la inspección de la cama. Si la cama no estaba perfectamente tendida, todo lo demás se iba a la deriva.
Esta es la lección que extrajo el almirante de ese sencillo acto: “Si tiendes tu cama todas las mañanas, habrás cumplido la primera tarea del día. Te dará un pequeño sentido de satisfacción y te sentirás motivado a realizar otra tarea, y otra y otra”. Tender la cama era la primera tarea del día; si el día no empezaba así, entonces todo comenzaba mal.
En la vida cristiana sucede lo mismo: si no hacemos bien la primera tarea del día, lo demás podría ser caótico. Ya lo dijo Jesús: “Primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan” (Mat. 6:33, PDT). Así comienza nuestra preparación para el cielo: buscando a Dios, dándole prioridad a la vida espiritual. Como dijo Pablo, Cristo debe ocupar “el primer puesto en todo” (Col. 1:18, DHH). ¿Está nuestro Señor ocupando la prioridad en tu vida?
Muchas veces relegamos a Cristo a un lejano segundo lugar porque no forma parte prioritaria de nuestros deseos y necesidades. Nuestro afán por lo material nos hace olvidar que gracias a Cristo recibiremos todo lo demás. Comencemos cada día buscando “el reino de Dios y su justicia y Dios [nos] dará todo lo que [necesitamos]” (Mat. 6:33, PDT).
