Matutina para Jóvenes, Domingo 11 de Abril de 2021

Matutina para Jóvenes, Domingo 11 de Abril de 2021

Escuchar Matutina

El protector del teclado

“Separados de mí, no pueden hacer nada” (Juan 15:5, NTV).

Sobre el teclado de mi computadora había un protector.

Cuando estaba más nuevo y quedaba más fijamente adherido a su molde, era muy fácil confundirlo y pensar que el protector era realmente el teclado. 

Con el tiempo, comenzó a estirarse y a despegarse más fácilmente. Por mi trabajo, lo usaba muchísimo, pero además envejeció prematuramente porque siempre jugaba a despegarlo.

Las teclas ya no se distinguían y tenía que confiar en mi memoria. Además, el plástico comenzó a hacerse cada vez más débil en las letras más usadas y, de a poco, se fue rompiendo.

En un momento, de ese protector novedoso que se encargaba de cuidar las teclas reales de mi computadora, solo quedaba un trozo de plástico lleno de agujeros y teclas borroneadas que daban lástima.

Como ese protector, nosotros no siempre cumplimos la función para la que fuimos creados. Aunque a veces podemos fingir cumplir el propósito que tiene nuestra vida, termina haciéndose evidente que no podemos engañar a nadie.

Quizás el entusiasmo con el que comenzamos a hacer algunas cosas, hoy se volvió una aburrida costumbre, algo que hacemos de memoria y que de a poco deja de llamar la atención o, peor aún, que comienza a llamar la atención por su falta de eficacia.

Separados de Dios no podemos hacer nada, y si no estamos dejando que él nos use, entonces es posible que pronto nos volvamos inútiles. Si no nos adherimos a la fuente de nuestra identidad, como este protector debía hacerlo al teclado que lo moldeaba, nos gastaremos, nos romperemos y la suciedad comenzará a colarse por todos lados.

No permitamos que el nombre de Dios sea deshonrado por nuestra falta de fidelidad. No demos lugar a que el pecado se cuele por los espacios que dejamos por no habernos aferrado completamente de su mano, por “jugar” a separarnos solo por curiosidad.

“Esta unión con Cristo, una vez formada, debe ser mantenida. […] Separado de la vid, el sarmiento no puede vivir. Así tampoco, dijo Jesús, pueden vivir separados de mí. […] Sin mí, no podéis vencer un solo pecado ni resistir una sola tentación” (El Deseado de todas las gentes, p. 630).

Él usa todas las letras, números, símbolos, funciones y combinaciones posibles para escribir millones de historias diferentes. Y entre ellas está la tuya: una rama más que puede unirse a la vid para siempre.

Deja una respuesta