Matutina para Menores | Domingo 02 de Julio de 2023 | Noemí

Matutina para Menores | Domingo 02 de Julio de 2023 | Noemí

Noemí

“Rut le contestó: ‘¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tú vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios’ ” (Rut 1:16).

La familia de Noemí estaba compuesta por ella, su esposo Elimelec y sus dos hijos, Mahlón y Quelión. Todos eran originarios de Belén. A causa de una terrible sequía, y de la falta de alimentos, se mudaron a Moab. Cuando salieron de Belén, los hijos eran muy jóvenes. Ya en Moab, con el paso de los años, se casaron con dos muchachas moabitas. Mahlón se casó con Rut y Quelión se casó con Orfa. Sin embargo, Noemí y sus nueras vivieron días tristes y difíciles, pues en poco tiempo murió Elimelec y sus dos hijos. Esto las dejó desamparadas y en la incertidumbre. Noemí llegó a la conclusión de que Dios le había causado ese dolor. Por eso dijo: “Llámenme Mara, porque el Dios todopoderoso me ha llenado de amargura” (vers. 20).

Noemí estaba desesperada, pero es importante recordar que Dios no es el autor de nuestras tristezas. El sufrimiento y el dolor pueden ser el resultado de las propias decisiones de las personas de alejarse de la voluntad de Dios; pero al final, siempre son resultado del pecado. Satanás es quien induce a pecar a la gente. Dios es amor y quiere el bien de sus hijos, pero como todavía vivimos en este mundo lleno de pecado, todos enfrentamos sequías, enfermedades y la muerte.

Noemí no se mostraba muy entusiasmada en que Rut la acompañara en su viaje de regreso a Belén. En realidad, la desanimó cuando dijo: “Vuelvan a su casa, con su madre […] Váyanse, hijas mías, ¿para qué quieren seguir conmigo? […] Vuelvan a su casa” (vers. 8, 11, 12). Ella no sospechaba lo que Dios tenía planeado para sostenerla en la parte final de su vida y restaurarle las posesiones que eran de su esposo. Aquí Rut tuvo un papel fundamental.

La fe y la esperanza de Rut cambiaron la actitud de Noemí para que su vida no se amargara, y hoy la recordemos como Noemí y no como Mara. Si hoy estás pasando por momentos tristes, confía en Dios, él quiere tu bienestar. Él es amor, quiere sanar tus heridas y animarte con su presencia y sus promesas.

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