Estilos de vida familiar – 1
“Todos los años salía Elcaná de su pueblo para rendir culto y ofrecer sacrificios en Siló al Señor todopoderoso” (1 Samuel 1:3).
¿Qué otros factores influyeron para que Samuel se convirtiera en un personaje de influencia poderosa? Su familia. Hubo una diferencia enorme entre el hogar de Samuel y el hogar de Elí. En cierto sentido, Samuel fue una extensión de la fe y la vida de adoración a Dios que vivían sus padres. Si bien es cierto que Samuel solo vivió en su casa tres años, heredó una inclinación espiritual a la cual le prestó atención durante toda su vida.
El versículo de hoy nos presenta a su padre como un personaje que adoraba a Dios metódicamente. Más adelante leemos: “Cada año, cuando iban al templo del Señor” (vers. 7). Por lo tanto, el hogar de Elcana era uno de los pocos de Israel en que se obedecía al Señor. En este hogar, cuando existía una necesidad se recurría a Dios en oración; por ejemplo, Ana era una mujer que acostumbraba orar. Un día, con angustia en el corazón, fue al templo a orar por lo que más quería tener, un hijo. Dios le respondió con cinco hijos, de los cuales Samuel fue el mayor.
Cuando nació Samuel, Ana volvió a orar. Esta oración de gratitud se encuentra en el capítulo 2 del primer libro de Samuel y es una de las oraciones más bellas que registra la Biblia, porque reconoce y exalta a Dios como todopoderoso, juez, dador de vida y salvador. Además, en gratitud por el milagro del nacimiento de Samuel, Ana ofrendó a Dios tres becerros, trigo y vino.
De acuerdo con las leyes de Israel, cada primogénito le pertenecía a Dios. La costumbre general era que los padres pagaban con dinero el precio de su primer hijo. En este caso, la historia es diferente: Ana cumplió su promesa, ya que desde antes de que naciera Samuel había decidido entregarlo al templo para que sirviera a Dios durante toda su vida.
Tú puedes imitar este gran ejemplo en tu hogar. Costumbres como orar, adorar, ir a la Iglesia, ofrendar y servir a Dios marcarán por siempre la vida familiar.
