Asa
“Los hechos de Asa fueron buenos a los ojos del Señor, como los de su antepasado David” (1 Reyes 15:11).
Asa era hijo de Abiam. Reinó 41 años en Judá. A diferencia de su padre y su abuelo, Asa se distinguió por ser un buen rey. ¿Sabes cómo evaluaba Dios a los reyes? Era según su influencia: si su influencia servía para acercar al pueblo a Dios o para separarlo. No hay duda de que tanto el reino del norte como el del sur tuvieron líderes con cualidades muy buenas. Hubo grandes estadistas, buenos estrategas militares, reyes astutos para manejar las finanzas de la nación; otros se distinguieron por crear excelentes relaciones diplomáticas con otras naciones, y otros más por su capacidad para desarrollar infraestructura. Todo esto es positivo, pero Dios veía algo más. La vida espiritual del rey generaba tendencia: si promovía el culto a Dios muchos lo iban a seguir; y si el rey era idólatra y favorecía la falsa adoración, el resultado sería que muchas personas lo imitarían.
En el caso de Asa, el balance es bueno porque tomó varias decisiones de quitar la idolatría y la maldad de la nación. Además, le puso un límite a la reina madre Maaca (que era su abuela). Así lo registra la Escritura: “También quitó la categoría de reina madre a Maaca, su abuela, porque había mandado hacer una imagen de Asera. Asa destruyó aquella imagen, y la quemó en el arroyo Cedrón” (1 Rey. 15:13).
El año quince del reinado de Asa fue crucial, porque reparó el altar del Señor. Eso indica que por algún tiempo no se había usado para ofrecer sacrificios (2 Crón. 15:8). Ese día se sacrificaron setecientos bueyes y siete mil ovejas. En esa ocasión y al sonido de las trompetas, la gente se reunió. ¿Recuerdas para qué se tocaban las trompetas? No solo para la guerra, sino también para llamar al pueblo a buscar a Dios y renovar el pacto con él. Ese fue el caso en esta ocasión: “Luego se comprometieron solemnemente a buscar de todo corazón al Señor, el Dios de sus antepasados” (2 Crón. 15:12).
¡Cuánta esperanza nos da esta historia! Aunque haya personas malvadas en el poder por mucho tiempo, eso puede cambiar. Asa es un ejemplo de que personas importantes pueden ayudar a muchos a volver a Dios.