El miedo, señal del fin del mundo
La gente tendrá tanto miedo que se desmayará por lo que pasa en el mundo, pues aún los astros temblarán. Lucas 21:26, PDT.
El miedo entró en el mundo cuando entró el pecado, y acompañará a la humanidad hasta que el pecado sea extinguido. Por eso una de las señales del fin del mundo es el miedo: se apodera de las personas a medida que dejan de temer a Dios. “El temor y el amor de Dios casi han abandonado el mundo” (ELC p. 315). Las señales del fin del mundo descritas en Lucas 21:25-28 se han cumplido casi en su totalidad. Cada vez se suceden en mayor escala, frecuencia, e intensidad, y están acompañados de terror, estrés y ansiedad: “En la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas” (vers. 25). La palabra “angustia”, del griego synochē, aparece dos veces en el Nuevo Testamento; en 2 Corintios 2:4 se traduce “tribulación y angustia”.
La palabra “confundidas”, del griego aporía, es una descripción de un individuo en estado de perplejidad y solo aparece en este texto. Lucas 21:26, “desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas”, menciona tres emociones: desfallecer, temor y expectación. “Desfallecer” viene del griego apopsychō: exhalar vida, expirar, desmayarse, desvanecerse, perder el control o dejar de respirar. “Temor” viene del griego phobos: traduce miedo, pavor, terror, pánico. “Expectación” viene del griego prosdokia: preocupación por el porvenir, origen de pronóstico, generalmente asociada con la fobia.
Estas tres palabras definen los problemas psicológicos más comunes: el estrés, las fobias y la ansiedad. La fobia tiene que ver con miedos del pasado, el estrés con miedos del presente, y la ansiedad con miedos del futuro. Según datos de la Organización Mundial de la Salud de 2016, 350 millones de personas sufren depresión en el mundo, y 25 % de las personas han tenido uno o más trastornos mentales en su vida. En Estados Unidos, 19 millones de personas sufren de ansiedad, 2,4 millones de trastorno de pánico, y 5,2 millones de trastorno por estrés. Estos tres sentimientos se incrementaron con la pandemia del COVID-19. Ciertamente el miedo es señal del fin del mundo. Jesús anunció: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Luc. 21:28). Pero si temes a Dios, no habrá espacio para estos sentimientos.
“Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes” (1 Ped. 5:7, NTV).