Smile
“Alégrense siempre en el Señor. Repito: ¡Alégrense!” (Filipenses 4:4).
¿Cómo crees que es Dios? ¿Qué imagen viene a tu mente cuando piensas en él? Yo nunca imaginé a Dios enojado, ceñudo, nervioso, gruñón o indiferente. Y tú, ¿qué visión tienes de él? ¡Dios es feliz! Él se regocija y sonríe. Eso es genial, ¿no? Aún mejor es saber que él quiere transferirnos su alegría. Jesús dijo cierta vez: “Les hablo así para que se alegren conmigo y su alegría sea completa” (Juan 15:11). Dios creó a los seres humanos para ser felices. El dolor proviene del pecado, y nunca fue su plan que sus hijos estuvieran tristes y angustiados. Al contrario, la intención de Dios es que experimentemos el verdadero gozo que solo él puede dar. Es el fruto del Espíritu Santo, y lo recibimos cuando estamos conectados con Cristo.
Es importante que sepas que la felicidad del cristiano no depende de las circunstancias, no es pasajera ni superficial. Incluso en medio de los problemas de la vida, Dios puede traer alegría a tu corazón y traer una sonrisa sincera a tus labios.
Créelo, no te desanimes. La felicidad es un regalo de Dios, y él quiere que la experimentes hoy y siempre.