“Llenos de gratitud”
“De la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud” (Colosenses 2:6, 7, NVI).
Robert Emmons y Michael McCullough estudiaron el impacto que la gratitud ejerce en el bienestar de las personas. Ellos tomaron a unos jóvenes estudiantes y los dividieron en tres grupos. El primer grupo tenía que llevar un diario semanal de gratitud. El segundo grupo era responsable de preparar una lista con los problemas cotidianos que habían enfrentado a lo largo de la semana. El tercer grupo se limitaba a describir cualquier cosa que les hubiera ocurrido. El estudio duró diez semanas, luego se observó a los jóvenes durante nueve semanas más. ¿Y qué pasó? Pues que los jóvenes agradecidos eran más optimistas, hacían más ejercicio, abrigaban una opinión más favorable de la vida, dormían mejor y se enfermaban menos. Ciertamente, “la gratitud nos cambia”.²²²
Varios estudios revelan que las personas que durante la semana anotan por lo menos cinco cosas por las cuales están agradecidas son más felices que aquellas que no lo hacen. ¡También nosotros seríamos más felices aún si anotáramos cinco cosas las anotáramos todos los días! Vamos a detenernos un momento y tratemos de responder esta pregunta: ¿Cuáles son esas cinco cosas por las que podemos dar gracias en este instante? Yo estoy seguro de que ese simple ejercicio pondrá de manifiesto que tenemos muchas razones para vivir una vida llena de gratitud.
Que hoy podamos aplicar a nuestras vidas las palabras de Pablo: “De la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud” (Col. 2:6, 7, NVI). La gratitud debe ser una parte esencial de nuestra vida “en” Cristo. Esa vida en Jesús no es una experiencia anual, una celebración que ocurre solo el cuarto jueves de noviembre; es una experiencia que forma parte de nuestro diario vivir. En realidad, la propuesta de Pablo es hacer de cada día un día de acción de gracias, porque la gratitud es un elemento clave para todo el que quiera estar firme en la fe. Ser agradecidos constituye una muestra fehaciente de que nuestra fe ha echado raíces profundas y por ello seguimos aferrados a Cristo. Como bien lo dijo Warren W. Wiersbe:
“Un corazón agradecido es una señal de madurez cristiana”.
222 Mark R. McMinn, The Sciencie of Virtue: Why Positive Psychology Matters to the Church (Grand Rapids, Míchigan: Brazos Press, 2017), p. 77.