“Ninguna arma forjada contra ti prosperará”
“Ninguna arma forjada contra ti, prosperará, y tú condenarás toda lengua que se levante contra ti en el juicio” (Isaías 54:17).
En mayo de 2021 todos quedamos asombrados cuando vimos que más de mil misiles fueron lanzados sobre el Estado de Israel. Como si fuera un espectáculo de fuegos artificiales, las cámaras nos permitieron ver esa inmensa lluvia de fuego que puso en jaque a un país completo. Sin embargo, no menos sorprendente fue enterarnos que de los 1.050 misiles lanzados contra Israel, el ejército israelí interceptó 850. Se evitó que los proyectiles cayeran en zonas repletas de civiles y acabaran con la vida de miles de personas.
El éxito de Israel se debió a su conocida Cúpula de Hierro, una especie de escudo que protege al país de los ataques del enemigo. Mediante un sofisticado sistema tecnológico, los radares de la Cúpula de Hierro detectan los misiles lanzados contra Israel, luego calculan el punto de impacto y, si el proyectil tiene posibilidad de caer en zonas pobladas, entonces la Cúpula de Hierro lanza unos misiles que interceptan y detonan en el aire los misiles del enemigo. De ese modo, la Cúpula reduce considerablemente la eficacia de las armas enemigas. Ahora bien, la empresa que despliega la Cúpula de Hierro dice que la cúpula es efectiva en un 90 %. Por más eficaz que sea la Cúpula de Hierro siempre existirá la posibilidad de que alguna de las armas del enemigo acabe en territorio israelí.
Tú y yo tenemos un enemigo con armas poderosas, con todo un arsenal capaz de destruir al más fuerte de los mortales. Pero el Señor ha colocado sobre nosotros una Cúpula impenetrable, que impide que las armas de Satanás nos destruyan porque tú y yo habitamos al “abrigo del Altísimo”, estamos cubiertos “bajo a sombra del Omnipotente” (Sal. 91:1). Todos los ataques del enemigo contra nosotros serán vanos. En el clímax de un poema repleto de maravillosas promesas, el Señor te asegura: “Ninguna arma forjada contra ti, prosperará” (Isa. 54:17). Satanás puede convocar a toda la hueste del mal, rodear todos los rincones de tu vida, lanzarte su más furiosa embestida, pero esas armas no “prosperarán” contra ti; es decir, no tendrán éxito, no alcanzarán su objetivo, no te destruirán.
Cuando te colocas bajo el cuidado protector de Dios nada podrá tocarte, eres invencible. Una Cúpula divina te protege.
Amén.
Es verdad lo que aquí se dice.
La Palabra de Dios verdad.
Creo en su Palabra
Alabado sea Jehová por su Palabra que nos asegura que ninguna arma forjada prosperá contra ti y contra mi. Bendito Dios por su protección divina.