¡Ideas geniales! ¡Obras sensacionales!
“De padres a hijos te alabarán tus obras, se anunciarán tus hechos poderosos. Se hablará de tu majestad gloriosa, y yo hablaré de tus maravillas” (Salmo 145:4, 5).
Desde que recibió su primer libro sobre peces, a una edad muy temprana, María decidió qué carrera seguir en la Universidad: Biología Marina. La niña pasaba horas viendo documentales sobre animales marinos.
De vacaciones, su padre le dio una sorpresa: una reserva en un hotel, en un pueblo costero donde estaba uno de los acuarios más grandes del país. Y toda la familia fue allí. En el acuario, María apenas podía creer todas las cosas maravillosas que estaba viendo. El padre, a quien también le gustaba observar a los animales acuáticos, hizo bien en hacerle este regalo.
En un estanque, vieron peces que se apoyaban en el fondo, mezclándose con la arena, de modo que todo lo que se podía ver eran sus ojos. En otro, había criaturas que flotaban en el agua. Algunos peces tenían hermosos colores, otros eran brillantes. Algunos eran de forma más plana, otros eran redondeados. María quedó impresionada. ¿Cómo imaginó Dios tantos tipos de peces al crearlos? Una mente humana no pensaría en tantos modelos. Y aún quedan peces desconocidos, en el fondo del océano, en las regiones abisales, donde nadie ve; solo Dios.
La naturaleza es solo una de las muchas maravillas del Creador. Algunas de sus obras están registradas en su Palabra. Muchas de ellas se refieren a lo que él ha hecho en la vida de las personas a lo largo de la historia; otras son lo que él ha hecho en nuestra vida.
Dios hace muchas obras maravillosas y es honrado cuando las notamos y lo alabamos.
¿Qué obras maravillosas ha realizado Dios en tu vida?