Las bolsas del campamento
“Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas” (Sal. 68:19, NVI).
Un viernes de tardecita estaba por sonar el silbato para la primera formación. Estábamos de campamento con el Club de Conquistadores y, con mi prima, trabajábamos juntas como capellanas. Habíamos preparado todo con mucho cariño en la semana y ahora nos tocaba poner todo en acción. Teníamos cuatro bolsas con cartillas, sobres, marcadores y caramelos para los 120 que éramos. Ella ya había salido de la carpa y ahora estaba saliendo yo, con todas las bolsas y mi Biblia.
Tenía que girar el cierre para cerrar la carpa, pero con mis manos ocupadas se me hacía difícil hacerlo. Sin embargo, en mi testarudez, estaba empecinada en no soltar las bolsas y hacer todo sola.
Micaela, con paciencia, me preguntó si podía ayudarme. Le dije que no. Pero mi fracaso era evidente y ella insistió. “Dale, Caro, ¿llevo algo?” Entonces cedí y le dije: “Está bien. ¿Qué te doy?” Su respuesta me dio una cachetada que necesitaba. “Todo”.
¡Era tan sencillo! Le entregué todo y cerré con éxito la carpa. Salimos corriendo y llegamos a la formación. Dios me recordó que estaba comenzando un nuevo sábado en que él también quería liberarme de todas mis cargas y, para eso, la entrega absoluta era necesaria.
Durante todo ese fin de semana vi cómo los conquistadores, sin miedo ni vergüenza, le pedían a sus consejeros o directivos que les llevaran su abrigo, su Biblia y hasta sus cargas emocionales cuando se frustraban o enojaban por algo.
“En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños” (Mat. 11:25).
Es interesante que, justo después de esa declaración, Jesús nos invita a ir a él cuando estamos cansados y cargados.
¿Con cuántas “bolsas” quiere ayudarnos hoy?
Con todas.
Aceptemos su ayuda y la ayuda que muchas veces nos brinda también por medio de otras personas. Firmemos una declaración de dependencia de él.