El perezoso
“¡Basta ya de dormir, perezoso! ¡Basta ya de estar acostado!” (Proverbios 6:9).
Adivinanza: ¿qué es aquello que no podemos detener ni controlar? Una frase muy común hoy es “No tengo tiempo”, y es muy cierta. Nadie tiene tiempo, es el tiempo el que nos tiene a nosotros. Por eso, hay que realizar las actividades en el momento oportuno.
Por ejemplo, si quieres ser un deportista profesional, pero no entrenas desde adolescente y pretendes empezar a los 18 años, tal vez sea tarde. O si quieres estudiar una carrera universitaria, pero primero te casas y tienes hijos, será mucho más complicado que estudiar cuando seas joven, antes de casarte. No será imposible, pero sí más difícil. Es decir, cada actividad, meta y propósito tiene su momento específico. Lo importante es aprovechar bien el tiempo, pues, aunque ahora no lo notes, es corto.
¿Sabes cuántos años vivían los antediluvianos, es decir, aquellos que vivieron antes del Diluvio? Vivían en promedio ochocientos años. Hoy la gente vive un 10 % de esa cantidad, quizás algunos viven unos diez o veinte años más, o sea noventa o cien años. ¡Qué diferencia con los antediluvianos! ¿Verdad? Y, como si eso fuera poco, el último tramo de la vida suele estar cargado de enfermedades y dolores.
El tiempo pasa de prisa y se escurre como agua entre las manos. ¿Sabías que el perezoso del que habla el versículo de hoy duerme entre quince y dieciocho horas al día? Y su promedio de vida es de veinte a treinta años. Entonces, ¿cuánto tiempo de su vida se la pasa durmiendo? ¡Haz las cuentas! Y tú, ¿cuántas horas duermes al día? Si duermes ocho horas (una tercera parte de un día), significa que una tercera parte de tu vida estarás durmiendo. Suponiendo que vivas noventa años, de esos noventa habrás pasado treinta años durmiendo.
Es momento de que te preguntes: ¿Cómo empleo mis horas del día? ¿Cuántos minutos u horas le dedico a mi relación con Dios? ¿Cuánto tiempo estoy utilizando para aprender algo nuevo o ayudar a otros? ¿Cuánto tiempo utilizo para comunicarme con mis amigos o en algún videojuego?
Ora para que Dios te ayude a utilizar tu tiempo de la mejor manera y, cuando Jesús vuelva, puedas disfrutar de la eternidad, cuando no mediremos el tiempo en minutos ni en años.
