Una larga espera
Allí Pablo tuvo de noche unavisión: vió a un hombre de la región de Macedonia que puesto de pie le rogaba: »Pasa a Macedonia y ayúdanos» Hechos 16:9
Un misionero que pasaba visitó las montañas de Mesopotamia fue saludado por un anciano con estas palabras:
—iHace diez años que lo estaba esperando!
—Pero ¿cómo sabía usted que yo vendría?
—Hace diez años hice una peregrinación a Arabia. En un mercado compré este librito a un desconocido. En el viaje de regreso leí cómo Dios envió a su Hijo al mundo, y cómo murió y resucitó. El viaje no me pareció largo, y oré: «Oh Dios, envíame un maestro para que pueda comprender estas cosas». He esperado diez años y ahora el maestro ha llegado. iEnséñeme!
Hay muchos jóvenes a tu alrededor que anhelan que alguien les enseñe un estilo de vida mejor. Al igual que el varón macedonio en la visión de Pablo, necesitan ayuda espiritual. Un evangelista refirió el siguiente caso, que ilustra adecuadamente nuestro tema de hoy:
«Una de mis instructoras bíblicas regresaba a la carpa después de hacer visitas y, de repente, su automóvil fue impactado por otro. La instructora resistió el arrebato natural de ira que surge en tales circunstancias, y en cambio oró. Luego fue a hablar con el joven conductor que la había chocado. Después lo invitó a asistir a la reunión en la carpa. Pronto comprendimos que aquel joven tenía hambre de recibir las enseñanzas de Jesús, que necesitaba orientación espiritual. Lo bauticé aquella mañana y luego fue a estudiar a uno de nuestras universidades para ser ministro del evangelio»
Seguro que tú también has recibido pedidos de ayuda de compañeros que deseaban cambiar de estilo de vida y veían en ti que eras diferente. ¿Cuál fue tu respuesta? ¿Te interesaste en su necesidad espiritual y los ayudaste a desarrollar una relación salvadora con Jesús? Las Escrituras afirman: «iQué hermosa es la llegada de los que traen buenas noticias! […] pues, la fe nace al oír el mensaje, y el mensaje viene de la palabra de Cristo».
Tú, al igual que yo, podemos proclamar el mensaje de salvación a otros. Si hoy decides hacerlo, Dios te guiará a aquellos que más lo necesitan.