¿Sabes qué árbol soy?
“Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud” 2 Timoteo 3:16.
¿Te gusta ver los árboles cuando vas al campo? ¿Cuántos nombres de árboles conoces? Lee atentamente las siguientes pistas a ver si adivinas el nombre del siguiente árbol.
- Mis semillas se pueden comer y son muy ricas en grasa.
- Crezco en todos los trópicos.
- Mis semillas son duras y pueden flotar durante meses en el océano.
- Mi fruto se utiliza como alimento y bebida, y también para hacer fibra y aceites.
- Los aceites de mi fruta se utilizan en muchos champús y productos bronceadores.
- Además, mi fruto no se estropea rápidamente, por lo que se utiliza a menudo en alimentos envasados.
- Soy uno de los recursos naturales más importantes de los trópicos, porque sirvo como alimento y para realizar materiales de construcción.
Respuesta: Soy un cocotero. Mis cocos son deliciosos, pero tienen una cáscara muy dura que hay que romper antes de poder disfrutar de la dulce leche blanca y la pulpa de su interior.
Poner un coco en la estantería no te permitirá disfrutarlo tanto como abrirlo y llegar a lo que está realmente rico, el interior. Lo mismo ocurre con la Biblia. Hay muchas cosas buenas dentro, pero tienes que sacarla de tu estante y abrirla para poder encontrarlas. Mira qué cosas buenas puedes encontrar dentro de las dulces páginas de tu Biblia.
Vicki