Matutina para Mujeres | Jueves 25 de Abril de 2024 | Lo que no hay que descuidar jamás

Matutina para Mujeres | Jueves 25 de Abril de 2024 | Lo que no hay que descuidar jamás

Lo que no hay que descuidar jamás

“No descuides el don que hay en ti”. El apóstol Pablo

Una madre estaba en una habitación de hospital con su recién nacido en brazos. El bebé había muerto, pero ella no era capaz de entregar el cuerpo. Los enfermeros y médicos de Neonatos habían intentado convencerla de que lo entregara, pero sin éxito. Decidieron entonces llamar a la doctora Davis, que no trabajaba en la Unidad de Neonatos pero todos hablaban de lo bien que se le daba tratar a las personas que estaban sufriendo.

La doctora Davis llegó y se sentó un rato en silencio. Después, le dijo a la mamá: “Me encantaría tener a su precioso niño en brazos”. La madre se lo dio cuidadosamente, y la doctora Davis se quedó dos horas con ella, hablándole del duelo, de la vida y la muerte, ayudándola a asimilar la realidad de la pérdida de su hijo. Por fin, la mamá dio el permiso para proceder administrativamente con el cuerpo del bebé.

Al día siguiente, la mamá llamó al hospital:

—¿Se encuentra la doctora Davis? —preguntó.

—No ahora mismo, pero viene más tarde. Si quiere cuando llegue le digo que la llame —le respondieron.

—No, yo no quiero hablar con ella, solo quería saber si era una mujer real, porque llegué a la conclusión de que debía de ser un ángel.

Esta experiencia es tremendamente poderosa, porque nos muestra que la vida, incluso la vida laboral, es una serie de oportunidades que se ponen delante de nosotras para marcar una diferencia a través de nuestros dones individuales. ¿Cuáles son los dones con los que Dios te ha bendecido a ti personalmente? Valora la posibilidad de entregarlos a él y no a ti misma; desarróllalos para el bien de la humanidad por amor a su Creador.

“Dios nos ha dado diferentes dones, según lo que él quiso dar a cada uno. Por lo tanto, si Dios nos ha dado […] el don de servir a otros, sirvámoslos bien. El que haya recibido el don de enseñar, que se dedique a la enseñanza; el que haya recibido el don de animar a otros, que se dedique a animarlos. El que da, hágalo con sencillez; el que ocupa un puesto de responsabilidad, desempeñe su cargo con todo cuidado; el que ayuda a los necesitados, hágalo con alegría” (Rom. 12:6-8).

“No descuides el don que hay en ti” (1 Tim. 4:14, RVC). Jamás.

“Entréguense completamente a Dios. […] Usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios” (Rom. 6:13, NTV).

Esta entrada tiene 3 comentarios

  1. Brenda

    Hermosa enseñanza

  2. Maryurys Gómez

    Gracias doy al Señor por estas palabras.
    ¡Dios bendiga el don que hay en ustedes!

  3. aida

    Buenos días Dios obra de manera muy especial para nosotros , muchas gracias por acercarnos tan hermoso material bendiciones para los que son responsables de llevar el mensaje.

Deja una respuesta