Cuidado con la levadura
Ustedes no tienen razón para sentirse orgullosos. Ya conocen el dicho: «Un poco de levadura hace fermentar toda la masa». 1 Corintios 5: 6
¿HAS PROBADO ALGUNA VEZ EL PAN SIN LEVADURA, COMO EL QUE se hacía en tiempos de Jesús? ¿Qué tal si aprendes la receta e invitas a tus amigos a probar hacerla también?
Necesitarás: seis cucharadas soperas de aceite de oliva, tres cucharadas soperas de agua fría, media cucharada sopera al ras de sal, y una taza y media de harina de trigo. Pon el agua y aceite en un recipiente (bol) y añade la sal. Mezcla bien hasta que el contenido adquiera un color blanquecino. A continuación, añade la harina poco a poco y amasa hasta que la mezcla quede homogénea. Estira la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de unos 2 milímetros. Por último, colócala en un molde para hornear y, con la ayuda de un adulto, introdúcela en el horno de cinco a siete minutos (a 225 °C).
En diversos pasajes podemos percibir el simbolismo negativo de la levadura en la Biblia. En el Antiguo Testamento, Dios pide a su pueblo que quite la levadura del pan en algunas ocasiones, como en la Pascua, que conmemoraremos dentro de unos días. Jesús se refirió a las falsas doctrinas como «la levadura de los fariseos y saduceos» . Pablo mencionó el pecado de la inmoralidad entre los cristianos como una «levadura que fermenta todo a su alrededor».
Muchas veces, el pecado comienza con pequeñas concesiones: «Solo hoy», «Solo esta vez», «Solo estaba mirando», «No voy a hacer nada malo, solo voy a acompañar». Y cuando nos damos cuenta, estamos TOTALMENTE CONTAMINADOS: nuestra apariencia, nuestras decisiones, nuestras amistades y nuestro comportamiento ya no son los mismos.
Cuando consideramos el simbolismo de la levadura y el hecho de que solo un poquito afecta a toda la masa, es evidente que no hay término medio ni cantidad aceptable de pecado. Si quieres estar en el cielo con Jesús, pide fuerzas para librarte de la levadura del pecado y no contaminar tu vida.