La sangre más dulce
“Pero si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, entonces hay unión entre nosotros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia de todo pecado” 1 Juan 1:7.
Me encanta burlarme de mi marido Brent por su “sangre dulce”. Donde vivimos hay muchos mosquitos, y siempre que estamos al aire libre, el pobre Brent llega a casa con muchas picaduras de mosquito. Su sangre es una comida muy sabrosa para ellos, pero por suerte para mí, nunca me pican más de un par de veces.
Si los mosquitos te molestan tanto como a Brent, no te alegrará saber que hay más de 2.000 tipos diferentes de mosquitos en el mundo. Se encuentran en casi todas partes, desde el frío Ártico hasta la fría Antártica. Sus picaduras pican y escuecen, pero conseguir nuestra sangre es una cuestión de vida o muerte para ellos. La hembra debe obtener sangre humana o animal porque contiene una vitamina que necesita para fabricar huevos y tener más mosquitos.
¡Mmm…, tal vez no debería obtener nuestra sangre después de todo!
Es interesante que solo piquen los mosquitos hembra. Los mosquitos macho viven solamente ocho o nueve días, mientras que las hembras viven unos 30 días, tiempo suficiente para poner sus huevos a salvo en la superficie del agua.
Esto me hace pensar que, al igual que el mosquito hembra no puede cumplir su misión en la vida sin sangre, nosotros tampoco. Gracias a que Jesús murió y derramó su sangre en la cruz del Calvario, las cosas malas que decimos y hacemos son perdonadas. Gracias a la muerte de Jesús, podemos ser salvos.
Joelle
