Un solo corazón
«Y Dios, que es quien da constancia y consuelo, los ayude a ustedes a vivir en armonía unos con otros, conforme al ejemplo de Cristo Jesús, para que todos juntos, a una sola voz, alaben al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo» (Romanos 15:5-6).
¿ALGUNA VEZ HAS CANTADO (O AÚN CANTAS) EN UN CORO? Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, ha demostrado que los cantantes de coro sincronizan su ritmo cardíaco mientras cantan. Esto se comprobó al medir los latidos de los cantantes cuando cantaban al unísono, comprobándose que los latidos del corazón de casi todos ellos aumentaban y disminuían en la misma frecuencia.
Unidos en un solo propósito, los cantantes de un coro nos muestran el hermoso resultado que puede generar el ESFUERZO COLECTIVO, así como la influencia que el grupo puede aportar a cada individuo.
Dios es la fuente de toda unidad, y solo a través de él podemos alabar con un solo corazón. Tal como lo hizo con los romanos en el pasado, Dios nos llama a formar parte de un solo pueblo, alineado a los latidos del corazón de Cristo, manifestando el mismo amor en el trato con los que sufren, hablando las mismas palabras a los oídos afligidos y ansiosos de perdón, cantando con la misma dulzura canciones de esperanza y aliento.
¿Te gustaría unirte a ese coro? Pídele a Dios que siembre en tu corazón el mismo espíritu de UNIÓN Y AMOR, que habita en el corazón de Cristo, y rodéate de personas que tengan ese mismo propósito.
Rodearnos de personas que tengan propósitos humanitarios, que sean generosas, bondadosas e inteligentes, también puede aportarnos el mismo sentimiento e interés. Nuestro corazón se alinea con los latidos que mueven a estas personas hacia un objetivo mayor que las cosas terrenales y pasajeras.