¿Lluvias de qué?
«Yo pondré a mis ovejas alrededor de mi monte santo, y las bendeciré; les enviaré lluvias de bendición en el tiempo oportuno» (Ezequiel 34: 26).
¿SABES QUÉ ES UN PLUVIÓMETRO? ES UN DISPOSITIVO PARA medir, en milímetros, la cantidad de lluvia, de granizo o incluso de nieve en un periodo y lugar determinados. ¿Quieres construir uno de estos aparatos? Es muy sencillo.
Pide a un adulto que te ayude a cortar la parte superior de una botella pequeña y luego voltéala, encajándola como un embudo en la misma botella. Fíjalo con cinta adhesiva y coloca el pluviómetro en una zona abierta para que pueda recoger el agua de lluvia. Al día siguiente de la lluvia, mide la profundidad del agua en la botella. Repite el proceso durante una semana y anota los datos. Para comparar los datos, intenta ponerte en contacto con un amigo que viva en otra región; comparte con él los datos y comprueba las diferencias.
En algunos momentos de la vida, pasamos por largos períodos de sequía, sin paz ni alegría, ya sea por la pérdida de un ser querido, por una enfermedad o por problemas que parecen no tener solución. Pero en cada situación, debemos confiar en la promesa de que Dios hará caer la lluvia en el momento oportuno. DIOS SIEMPRE ESTÁ AL CONTROL. Muchas veces queremos las bendiciones a nuestra manera y en nuestro tiempo; sin embargo, Dios es la fuente de toda sabiduría, y lo único que podemos hacer es confiar.
Dios no pide fe sin darnos razones para creer. Por ejemplo, nunca ha abandonado a ninguno de los héroes de la fe. Esto no significa que sus vidas fueran fáciles, sin dificultades, o que tuvieran respuestas para todos los momentos de sequía a los que se enfrentaron. Pero Dios, en su rica bondad, siempre estuvo allí como, consolador y libertador. Confía en Dios, y él te garantizará victorias y la tan esperada lluvia de bendiciones, en el momento oportuno y en la medida justa.
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