Razones para alabar a Dios
“Reconoced que Jehová es Dios” (Salmo 100:3).
El Salmo 100 es una hermosa canción espiritual que trata de incentivarnos a ser agradecidos con Dios. He aprendido también a ver este salmo como un pequeño álbum de retratos de Dios que, al contemplarlo, nos da las mejores razones para vivir agradecidos con él, para servirlo con alegría, para regocijarnos en su presencia y para brindarle la alabanza que merece.
El Salmo 100 nos dice, primero, que Dios nos creó. Parece simple, pero lo es todo. No creo que a estas alturas podamos vivir tan autoengañados como para pensar que nos creamos a nosotros mismos. ¿De verdad podemos observar a un ser humano y creer que ha evolucionado de formas primigéneas de vida? Rotundamente no. Vivir agradeciéndo a Dios que estoy aquí tiene todo el sentido del mundo, y satisface completamente mi búsqueda de significado. Él nos hizo, admitámoslo. Y puesto que así ha sido, lo menos que merece es que le demos las gracias. ¿Acaso no es amor y gratitud lo que sentimos de forma natural por nuestros padres biológicos? Dentro de nosotros hay algo que nos dice: “Ellos me dieron la vida, les debo amor y gratitud”. Entonces, cuánto más deberíamos acostumbrarnos a agradecer a Dios porque “él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos” (Sal. 100:3).
En segundo lugar, este salmo presenta tres retratos más de Dios que nos llevan al agradecimiento y la alabanza: 1) él “es bueno”. Repasa toda tu vida hasta donde te sea posible y trata de encontrar un incidente, un instante, en que Dios te haya tratado con maldad. ¡Nunca ha sucedido! Él es bueno siempre, incluso cuando no se hacen realidad tus deseos. Al darnos cuenta de esto, tenemos que reconocerlo delante de todos y decir, como el salmista: “Jehová es bueno”. 2) “Para siempre es su misericordia”. Nunca hemos estado a la altura de los requerimientos divinos, nunca hemos merecido otra cosa que no sea la muerte por nuestras faltas y, sin embargo, estamos aquí todavía hablando de esperanza, sintiéndonos hijos de Dios, creyendo que hay un futuro para nosotros. ¿A qué crees que se debe? A su eterna misericordia. 3) “Su fidelidad [es] por todas las generaciones”. Él ha sido fiel en todas las épocas. Cuando se trata de Dios, mi pasado, mi presente y mi futuro están marcados por la seguridad de que cumplirá todo lo que me ha prometido.
Si un ser así no merece nuestro reconocimiento, nuestra gratitud y nuestra más profunda alabanza, ¿entonces quién podría merecerlos?