El pez payaso
“El Señor te protege de todo peligro” Salmo 121:7.
Cualquier otro pez moriría si intentara vivir donde vive el pez payaso. Esto es porque este pez naranja y blanco vive en los brazos urticantes de una anémona de mar.
Las anémonas no parecen muy peligrosas; de hecho, parecen pequeñas manchas adheridas a rocas o corales, con brazos largos, ondulados y blandos. Pero cuando la mayoría de los peces se acercan demasiado a una anémona, esta les pica y los desafortunados se convierten en el almuerzo de la anémona. Pero los peces payaso y las anémonas tienen una relación amistosa y se ayudan mutuamente. Los peces payaso se protegen de los peces más grandes, porque estos no pueden acercarse a la anémona para comérselos, y la anémona se alimenta de la comida que sueltan los peces payaso. Además, estos pececillos también ayudan a mantener la anémona limpia y sana.
¿Cómo puede un pez payaso vivir donde otros peces no pueden? Los brazos de las anémonas están recubiertos de células urticantes que paralizan a cualquier pez que los toque. Pero los peces payaso están protegidos por una capa especial de baba que les impide ser picados. Gracias a esta capa especial, están protegidos y a salvo.
A Satanás le gusta tentarnos para que nos equivoquemos y hagamos lo que está mal. A veces puede que no parezca ser tan malo, pero el mal siempre nos picará y nos causará dolor. Pídele a Jesús que sea un revestimiento especial en tu vida para protegerte contra Satanás y sus aguijones.
Vicki