Matutina para Adolescentes, Lunes 07 de Junio de 2021

Matutina para Adolescentes, Lunes 07 de Junio de 2021

La foto que conmocionó a todos – parte 5

“Canten al Señor un canto nuevo; desde lo más lejano de la tierra” (Isa. 42:10).

Cuando visitó Vietnam durante una pausa de sus estudios en Cuba, Kim se puso en contacto con sus amigos cristianos. Anh la llevó a una iglesia que se reunía en un hogar diferente cada semana. Kim disfrutó del compañerismo y la espiritualidad.

Kim visitó una vez más a su amigo y protector Pham Van Dong, que para ese momento tenía ochenta años y se había jubilado después de haber pasado treinta y cinco años como primer ministro. Él le preguntó por su familia. Después de contarle sobre su pobreza y sus luchas, compartió con él lo más preciado de su corazón: el mensaje de salvación de Jesucristo. Él la escuchó sin interrumpirla. Kim prometió seguir orando por él, y él se mostró receptivo.

Al regresar a Cuba, Kim conoció a otro estudiante vietnamita, Bui Huy Tuan. Él era comunista y no estaba de acuerdo con las opiniones de ella en cuanto a política y religión, pero aun así le pidió que se casara con él. “Eres muy bueno conmigo –le dijo ella–, pero no puedo casarme en este momento. Tengo que pensar en mi salud, mis estudios y mi futuro”.

Finalmente, Kim y Tuan se casaron y celebraron su boda en La Habana con trescientos invitados. Cuando partieron hacia Moscú para su luna de miel, Kim le reveló a Tuan algo que él no sabía: ella quería irse a vivir a Norteamérica. Cuando el avión hizo escala en Terranova, Kim y Tuan pidieron asilo político en Canadá.

Canadá les otorgó el estatus de refugiados y rehicieron sus vidas en Toronto. Tuan aceptó a Jesús como su Salvador y estudió para convertirse en pastor. Después de unos años y de una mejora de las relaciones entre Oriente y Occidente, los padres de Kim también llegaron a Canadá.

El 11 de noviembre de 1996, Kim Phuc fue la oradora invitada frente al Monumento a los Veteranos de Vietnam en Washington, D. C. Ella ahora se dedica a tiempo completo a la Fundación Kim, que ayuda a los niños víctimas de la guerra.

Kim Phuc habla cada vez que tiene la oportunidad sobre cómo Jesús transformó su vida. “El fuego de las bombas quemó mi cuerpo. La habilidad de los médicos reparó mi piel. Pero hizo falta el poder del amor de Dios para reparar mi corazón”.– Adaptado de The Girl in the Picture, de Denise Chong.

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