¡Haz tu parte!
«Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo alejaré de ti la enfermedad» (Éxodo 23:25).
UNA INVESTIGACIÓN (realizada por el Departamento de Veterinaria de la Universidad de Massachusetts) HA DEMOSTRADO OUE LAVAR LAS MANZANAS durante 15 minutos en una solución de bicarbonato de sodio diluido en agua es suficiente para eliminar prácticamente todos los residuos de agrotóxicos de la superficie de la fruta. Este estudio demostró que el bicarbonato es más eficaz que otras sustancias para remover el pesticida.
Por desgracia, muchos alimentos e incluso el agua pueden tener algún tipo de contaminante. Nuestro planeta está cada vez más contaminado, y la naturaleza está siendo extremadamente afectada.
A pesar de esta triste realidad, Dios tiene muchas maneras de protegemos. Él quiere que estemos sanos y cuida de nuestras necesidades. En la Biblia, nos dejó una serie de instrucciones sobre higiene y limpieza, cuidados sanitarios, atención a los enfermos e incluso consejos sobre alimentación saludable. Además, Moisés afirmó que, si los israelitas elegían servir a Dios, él quitaría las enfermedades de su medio.
De hecho, el pueblo de Israel experimentó los resultados de esta protección. En Mara, el agua amarga se convirtió en agua potable. En el desierto, el maná era un alimento sabroso, nutritivo y que nunca faltaba. Las sandalias y la ropa del pueblo no se desgastaban, ni siquiera con las largas caminatas. Si Dios cuidó de su pueblo en el pasado, ¿qué te hace dudar de que cuidará de ti hoy?
¡Haz tu parte! Sigue las instrucciones de Dios, haz lo mejor que puedas para mantener tu cuerpo sano y entrégale a él el cuidado de lo que está más allá de tus posibilidades.