
El autodescubrimiento
“Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce” (1 Juan 4:7).
¿Qué significa amarte a ti mismo de manera saludable?
Luciana era conocida por su simpatía y su voluntad de ayudar a los demás, pero había un problema: Luciana no se amaba a sí misma. Siempre se criticaba, se sentía insegura y tenía miedo de decepcionar a los demás.
Un día, mientras exploraba un bosque cercano, Luciana se perdió. Desesperada por encontrar el camino de regreso a casa, comenzó a reflexionar sobre su vida y su falta de amor propio. Se dio cuenta de que, para poder amar a los demás de manera plena y saludable, primero debía aprender a amarse a sí misma.
Mientras caminaba, tomó la decisión de comenzar un viaje de autodescubrimiento. Empezó a anotar en un diario sus cualidades y logros, por pequeños que fueran. Aprendió a cuidar su cuerpo y su mente, a comer bien y hacer ejercicio. Se rodeó de personas que la apoyaban y la valoraban por quién era.
A medida que pasaba tiempo consigo misma, Luciana comenzó a sentirse más segura y feliz. Aprendió a reconocer su valía y a tratarse con el mismo respeto y cuidado que brindaba a otros. Se dio cuenta de que amarse a sí misma no era egoísmo, sino una base fundamental para amar a los demás de forma auténtica y equilibrada.
Amar a los demás comienza por amamos a nosotros mismos, reconocer nuestra valía y tratamos con respeto y cuidado. La historia de Luciana nos muestra que el amor propio es un viaje que todos debemos emprender para poder amar y cuidar a los demás también.
Aprende a amarte. Empieza con decirte palabras positivas a ti mismo en lugar de palabras negativas. Si te equivocas, reconoce que fue solo eso: un error. No te autocastigues ni te autocritiques por equivocarte, sino que aprende de tus errores, levántate e intenta de nuevo.
Oración: Señor, ayúdame a amarme y valorarme a mí mismo como tú me amas y valoras.