
El hermano mayor de esa historia
«Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio llegar. Lleno de amor y de compasión, corrió hacia su hijo, lo abrazo y lo besó». Lucas 15:20.
El cuidaba a su papá cada vez que lo necesitaba, ayudaba en los trabajos de la granja, se preocupaba por los animales, las plantaciones, la familia… ¡se ocupaba de todo! Sabemos poco con respecto a ese muchacho; y lo poco que sabemos de él es que sintió celos cuando su hermano regresó a casa.
Sí, ese muchacho tiene un hermano bien conocido. Seguro escuchaste la historia del» hijo pródigo». Esa historia comienza presentando a un padre que tiene dos hijos. El menor, muy rebelde, le pidió su parte de la herencia y salió al mundo. Gastó to-di-to el dinero. Cuando estaba literalmente en el barro, decidió volver y, con mucha humildad, le pidió un trabajo a su padre, que era agricultor. Estaba arrepentido y solo quería algo para comer, pero entendía que fue tan ingrato que ni siquiera merecía ser llamado «hijo», quería solo ser un trabajador común de la granja. El papá lo perdonó. ¡Se puso tan feliz cuando reencontró a su hijo! Enseguida trató de hacer una fiesta para celebrar. El hermano mayor vio todo eso y sintió celos. Esa historia llena mi corazón de alegría, porque el Padre puede perdonamos cuando nos equivocamos, y siempre tendremos una nueva oportunidad de ser llamados hijos e hijas