Los que son perseguidos
“Dios bendice a los que son perseguidos por hacer lo correcto, porque el reino del cielo les pertenece” (Mat. 5:10, NTV).
Cuando estaba cursando mis primeros años de la universidad, conocí a la que hoy sería una de mis mejores amigas.
Ella venía de muy lejos y había escuchado por primera vez el mensaje adventista en la universidad. Estudió la Biblia y tomó la decisión de bautizarse. Pero sus padres no estaban de acuerdo y le quitaron la ayuda económica con la que ella podía estudiar y vivir. Tuvo que trabajar para mantenerse y, de a poco, ahorrar para seguir estudiando.
No solo se vio privada de ese ingreso, sino que tuvo que soportar el maltrato verbal de sus seres queridos por la decisión que había tomado. Pero valientemente ella siguió firme en su fe, pudo terminar su carrera, casarse con un chico adventista y formar su hogar.
Poco a poco, los padres fueron cediendo y ella tuvo la oportunidad de contarles en qué y en quién creía y, aunque ellos no se convirtieron, se volvieron mucho más tolerantes y respetuosos a su nueva vida.
Hablando de Jesús, Elena de White dice: “Aunque cada palabra y acción suya exhalaban compasión divina, su desemejanza del mundo provocó una hostilidad amarguísima. […] Así será con todos los que vivan piadosamente en Cristo Jesús. […] Siempre que los hombres busquen ponerse en armonía con Dios descubrirán que la ofensa de la cruz no ha cesado. Principados, potestades y espíritus malignos en las regiones superiores se alistan contra todos los que rinden obediencia a la ley del cielo. Por eso, en vez de producirles pesar, la persecución debe llenar de gozo a los discípulos de Cristo, porque es evidencia de que están siguiendo los pasos de su Maestro” (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 31, 32).
Si estás sufriendo algún tipo de persecución, ¡ten ánimo! Jesús te acompaña en esto.
Si conoces a alguien que está pasando por esto, quizá por ser fiel y guardar el sábado aunque le cueste su trabajo, ¡acompáñalo y busca ayudarlo! Puedes suavizar el momento difícil y ser de apoyo y contención. El cielo es de ellos.