Matutina para Mujeres | Lunes 1 de diciembre de 2025 | Calle cerrada

Matutina para Mujeres | Lunes 1 de diciembre de 2025 | Calle cerrada

Matutina para Mujeres

«Cuida tu corazón más que otra cosa,

porque él es la fuente de la vida» (Proverbios 4:23, RVC).

Era 12 de diciembre, fecha en que México celebra a la virgen de Guadalupe, y nosotros teníamos que trasladarnos de un lugar a otro dentro de la misma ciudad. Aquello no representaba mayor problema, puesto que otras veces habíamos hecho el mismo recorrido y ya calculábamos el tiempo. Para nuestra sorpresa, al doblar en la primera calle… sí, estaba cerrada. Había una cuerda con un trapo rojo atravesado y cubriendo la entrada de la calle. Tuvimos que avanzar varias cuadras más para seguir en la ruta. Cuando habíamos avanzado unas pocas cuadras, nuevamente nos encontramos con otro cartel: «calle cerrada». No había más opción que buscar calles alternativas para llegar a nuestro destino. No está demás decir que aquel día llegamos tarde al compromiso.

En otras ocasiones, hemos encontrado los letreros de «calle cerrada por obras» y tampoco podemos tener acceso a esa calle. Yo sé que has oído hablar de las importantísimas avenidas que llevan a nuestra mente y, al leer el texto de hoy, vendrá a la mente que esas avenidas siempre deben tener el letrero de «calle cerrada» para el enemigo. Muchas veces somos nosotras quienes le damos paso a Satanás a nuestras avenidas. Él, por sí solo, no puede tener acceso a nuestras avenidas: lo que vemos, lo que comemos, lo que tocamos, lo que oímos y hasta lo que olemos. ¿Crees que el olfato no es una avenida importante? Te contaré.

Mi padre comenzó a beber alcohol a los 11 años aproximadamente. Cuando tenía 25 años, conoció a Jesús y, de inmediato, dejó sus vicios y su vida antigua. Cierto día, le pregunté:

—¿No se te antojan las cervezas?

Su respuesta me dejó impactada. Me dijo:

—A veces. Cuando siento el olor, sí, se me antoja. Pero me aparto para no fallarle a mi Dios.

¿Te das cuenta? Con el olfato también podemos darle paso al enemigo para hacernos caer en tentación. La buena noticia es que Jesús puede ayudarte a poner hoy el letrero «calle cerrada» en cada una de tus

principales avenidas. Cierra tus calles al paso del enemigo. Si él pasa por ahí, dejará tus carreteras hechas un

desastre. Pero si solo Jesús tiene acceso, tus calles estarán siempre limpias y dignas para que un Rey transite por ellas.

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