Matutina para Mujeres | Miércoles 22 de octubre de 2025 | Niños anuncian la segunda venida de Jesús

Matutina para Mujeres | Miércoles 22 de octubre de 2025 | Niños anuncian la segunda venida de Jesús

Matutina para Mujeres

«Le preguntaron a Jesús: ‘¿Oyes lo que dicen esos niños?’ ‘Sí’, contestó Jesús. ‘¿No han leído las Escrituras?

Pues dicen: «A los niños y a los bebés les has enseñado a darte alabanza» ‘ » (Mateo 21:16).

Aunque el centro del gran movimiento adventista surgió con Guillermo Miller y sus colaboradores en Estados Unidos, era necesario que el mensaje del primer ángel fuera predicado a toda nación, tribu, lengua y pueblo (Apocalipsis 14:6). De esa manera, el mensaje del advenimiento de Jesús llegó a Escandinavia (región geográfica y cultural del norte de Europa compuesta por Noruega, Suecia y Dinamarca). Al ser bien recibido el mensaje entre los escandinavos, el clero de la iglesia se opuso al movimiento y mandó encarcelar a quienes predicaran sobre la segunda venida. Fue entonces cuando Dios, en su omnipotencia, puso su Espíritu en un grupo especial, quienes debido a su edad, no podían ser juzgados en las cortes ni encarcelados: los niños.

«El movimiento cundió principalmente entre la clase más baja, y era en las humildes viviendas de los trabajadores donde la gente se reunía para oír la advertencia. Los mismos niños predicadores eran en su mayoría pobres jornaleros. Algunos de ellos no tenían más de 6 a 8 años de edad. […] Cuando estaban entre la gente, era evidente que los movía una influencia superior a sus propios dones naturales. Su tono y sus ademanes cambiaban, daban la advertencia del juicio con solemne poder y empleaban las palabras de las Escrituras: ‘¡Temed a Dios y dadle gloria; porque la hora de su juicio ha llegado!’ Reprobaban los pecados de la gente, condenaban no solo la inmoralidad y el vicio, sino que también reprendían la mundanalidad y la apostasía, y exhortaban a sus oyentes a huir de la ira venidera. […] Se realizaba una obra tal que hasta los ministros de la iglesia oficial se veían obligados a reconocer que la mano de Dios estaba en el movimiento».

En la entrada triunfal a Jerusalén, cuando los dirigentes religiosos intimidaron al pueblo para que callara, fueron los niños los que reanudaron el canto en el atrio del templo. De la misma manera, en Escandinavia, los niños recibieron el poder de Dios para predicar. ¿Todavía dudamos que nuestros niños sean una pieza clave en la proclamación del evangelio? A quien no le queda duda es al enemigo de Dios y por esa razón sus ataques son principalmente a nuestros pequeños. Pidamos a Dios sabiduría para proteger a los niños y conducirlos por los caminos del Señor.

Continuará…

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