Matutina para Mujeres | Miércoles 26 de noviembre de 2025 | Cuando Dios no tiene cabellos para contar

Matutina para Mujeres | Miércoles 26 de noviembre de 2025 | Cuando Dios no tiene cabellos para contar

Matutina para Mujeres

«En cuanto a ustedes, cada cabello de su cabeza está contado. Así que no tengan miedo; para Dios ustedes son más valiosos que toda una bandada de gorriones» (Lucas 12:7).

Toda vez que he leído este versículo pienso en el trabajo que tiene Dios para contar mis cabellos que se caen todos los días. ¿También te pasa? Ahora, piensa en una persona que ha pasado por un tratamiento con quimioterapia. Puede ser algún amigo, conocido o un familiar… inclusive puedes ser tú misma.

Cierto día, la noticia llegó a la familia: tu tío Joaquín tiene cáncer, un tumor en el estómago. Era inverosímil que un joven de 26 años, con dos hermosas hijas de cuatro y cinco años, fuera diagnosticado con aquella enfermedad. Los meses pasaron y la cirugía para extraer el tumor se practicó. Lastimosamente, cuando los médicos estuvieron en la cavidad, descubrieron que el tumor había hecho metástasis invadiendo los órganos vitales del cuerpo. Nada se pudo hacer en aquel quirófano. El tratamiento con quimioterapia comenzó y vimos cómo Joaquín perdía los cabellos de su cabeza. Un día, Dios no tuvo más cabellos que contar. Un año después del diagnóstico, el tío Joaquín murió cantando en los brazos de su madre.

Algunos piensan que a Dios no le importa el sufrimiento humano, pero yo pienso diferente. Puedo imaginarlo cada mañana viendo a sus hijos dejar cabellos en la almohada y decir: «Hoy se le cayeron 118 cabellos a mi hija». Antes de hacer la afirmación del verso de hoy, Jesús dijo que no debemos temer a los que matan el cuerpo pero no pueden hacer nada más (Lucas 12:4). ¿Que no debemos temer? ¿Cómo no temer al cáncer?

¿Cómo no temer a la muerte? ¿Cómo no temer a los estragos de la quimioterapia? ¿Cómo no temer al sufrimiento que causa la enfermedad? Sí. Jesús estaba afirmando que no debemos temer, y haciendo referencia al cuidado y atención que pone a los pajarillos, hoy te dice: «(Pon tu nombre aquí), tú vales más que un gorrión». Ahora dilo en voz alta: «No temo porque yo (tu nombre) valgo más que una bandada de gorriones», aunque tu problema sea otro.

Querida amiga, si estás pasando por un tratamiento con quimioterapia, este mensaje es especialmente para ti. Si pasaste por un tratamiento con quimioterapia, agradece de nuevo a Dios por tener vida y salud. Si no es tu caso pero conoces a una persona que está atravesando ese valle, envíale este mensaje. Tú puedes ser un canal de esperanza hoy.

Deja una respuesta