
«Tal vez alguien pregunte: ¿Y cómo resucitarán los muertos?
¿Con qué cuerpo vendrán?» (1 Corintios 15:35).
Uno de los sueños de la ciencia es la «criogenización», que consiste en congelar un cuerpo para poder preservarlo y al descongelarlo, en el futuro, pueda seguir con su vida normal. Quizás estas personas tienen su inspiración en la rana del bosque, también llamada la rana de la madera. Este animal ha sido dotado de una capacidad especial para sobrevivir al crudo invierno de Alaska, de manera que durante todo ese tiempo, su cuerpo, incluyendo órganos vitales como pulmones y corazón, quedan completamente congelados. Puede pasar así, prácticamente muerta, seis meses a una temperatura de hasta -20° C.
Llegado el verano, comienza su descongelación y todo vuelve a la normalidad, su corazón vuelve a bombear sangre y sus pulmones oxígeno. Los científicos afirman que vuelve a la vida con mayor vitalidad que antes de congelarse. ¡Cuán inconmensurable es el poder de Dios! Su naturaleza es testigo de tan grandes maravillas. La inmortalidad del ser humano será una realidad pero no en esta tierra. La esperanza que abriga nuestro corazón es vivir por la eternidad y la maravillosa promesa de volvernos a encontrar con nuestros seres amados a quienes la muerte nos arrebató. ¿Y cómo van a resucitar? ¿Con que cuerpo vendrán?
La Biblia responde que serán levantados a la voz del Comandante Celestial, nuestro amado Jesús. Entonces los cuerpos, que no están congelados como el de la rana de madera, sino realmente inertes y sin aliento, serán vueltos a la vida, transformados y revestidos de inmortalidad. No despertarán con los defectos que llevaron a la tumba, sino que la lozanía de la vida estará en ellos, como cuando el hombre salió de la mano del Creador. Por muchos descubrimientos y avances que los científicos más inteligentes hagan aquí en la tierra, jamás podrán lograr lo que solo Dios puede hacer: dar vida.
Querida amiga, la buena noticia para hoy es que Jesús regresará y el momento de abrazar a nuestros amados que murieron está más cerca. No importa las condiciones en que haya sucedido la muerte. Pudo haber ocurrido en un cuerpo acabado por los años, o en un cuerpo destruido por la enfermedad o quizás en un cuerpo mutilado por accidentes o delincuentes. Sin importar la manera en que hayan pasado al descanso, les veremos en la hermosura de la vida. ¡Me emociona pensar en esto! ¿Y a ti?

